Patek Philippe

Calatrava Pilot Travel Time

PARA VIAJEROS NOSTÁLGICOS

Por Ernest Valls

La firma ginebrina amplía la familia de sus relojes tipo pilot, inspirados en los relojes para aviadores que fabricó en la década de 1930, con un nuevo modelo de tamaño contenido con caja de oro blanco.

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os relojes de aviador no son ajenos a la historia de Patek Philippe. En la década de los años 1930, con la industria aeronáutica avanzando a pasos agigantados, ya salieron varios modelos de estas características de la manufactura. En la historia reciente, fue en 2015 cuando la firma ginebrina presentó su familia de relojes tipo pilot, con una caja redonda de contundentes volúmenes, y una esfera dotada de grandes cifras blancas y agujas luminiscentes en contraste con el fondo oscuro. El modelo de 2015, la referencia 5524G, se inspiró en dos relojes fabricados por la manufactura en 1936. Eran unos modelos muy singulares, dotados de un siderómetro mediante el cual los pilotos podían determinar su posición de forma sencilla, rápida y precisa. Se trata de un círculo impreso interior con una escala de 360º, utilizado para transformar el formato de 12 horas en grados, minutos y fracciones de minutos de arco, y así acelerar los cálculos de posición indicando directamente el ángulo horario.

En esta ocasión, Patek Philippe no ha realizado una simple reedición, sino que ha querido reinterpretar su legado dentro de un espíritu contemporáneo. Por una parte, el color negro de la esfera, habitual en los relojes tipo pilot, se ha sustituido por un color azul oscuro, con un acabado arenado y barnizado, sin que por ello se pierda el contraste necesario para la perfecta legibilidad que se exige a un reloj instrumento de estas características. Por otra parte, hoy en día el siderómetro está obsoleto por el uso de los modernos sistemas de navegación, por lo que se ha optado por una función útil para los viajeros modernos: un segundo huso horario. Esta complicación ofrece una gran simplicidad de uso y se distingue por sus dos agujas centrales de las horas y los dos pulsadores laterales que permiten corregir la aguja horaria de la hora local mediante precisos saltos de una hora sin perturbar el cómputo de minutos y segundos. Ello se consigue gracias al mecanismo exclusivo Travel Time, patentado por Patek Philippe en 1959 y 1996.

El estilo pilot se encuentra representado ahora en la colección por relojes de viaje de doble huso horario Calatrava Pilot Travel Time, en dos tamaños y diferentes materiales de caja, y por una gran complicación –el Alarm Travel Time, con alarma de 24 horas–, así como por varias series limitadas.

El Calatrava Pilot Travel Time visto desde todos los ángulos.

Una esfera de aviador

La esfera del Calatrava Pilot Travel Time está realizada en latón y es de color azul con un acabado arenoso y barnizado. Tiene una marcada estética vintage de inspiración militar, donde la legibilidad era una de los requisitos indispensables para su uso como instrumento. Los índices horarios, de oro blanco, son unos numerales arábigos de gran tamaño aplicados sobre la superficie de la esfera. Están ahuecados y rellenos de material luminiscente de tipo Super-LumiNova, por lo que permiten una fácil lectura en condiciones de poca luminosidad ambiente. Las agujas centrales de la hora local tienen el diseño habitual en los relojes de aviador, con el extremo finalizado en forma de plumín. Son de color azul, más claro que la esfera, y en su zona central incorporan Super-LumiNova. La aguja de la hora de origen presenta la misma forma y arquitectura que la de la hora local, pero está vaciada allí donde la otra está rellena de material luminiscente y es de color blanco, lo que permite una perfecta diferenciación entre ambas agujas horarias. 

El Calatrava Pilot Travel Time utiliza dos agujas horarias para la función de segundo huso horario. La hora local se ajusta mediante los dos pulsadores situados a las diez y a las ocho horas.

El segundero horario presenta un singular contrapeso vaciado de color negro, y su brazo es un fino estilete de color blanco con un círculo justo antes de su extremo que está relleno de material luminiscente. A las seis horas, una esfera auxiliar de gran tamaño ofrece la indicación de la fecha mediante una aguja de color blanco. Los numerales impresos sólo se suceden cada tres días: empiezan a partir del número 1 –que además es la excusa para incorporar una sutil nota de color en la esfera, puesto que está impreso en color rojo y no en blanco como el resto de numerales–, y finalizan en el 31. Es un detalle digno de mención del estudiado diseño de la esfera, que busca el equilibrio entre legibilidad y limpieza. Los numerales quedan dentro de una escala exterior tipo ferrocarril. Ligeramente por debajo del eje entre las nueve y las tres horas hay dos orificios a cada lado de la esfera. Corresponden a la indicación de día (blanco) y noche (azul) de la hora local y de la hora de origen (“home”). El exterior de la esfera está rematado por una minutería clásica de tipo ferrocarril.

Un detalle de color que no pasa desapercibido: el numeral del día uno del mes en la indicación de la fecha.

Caja clásica en oro blanco

La novedad de este Pilot Travel Time reside en la combinación entre un contenido diámetro de 37,5 milímetros –y un grosor de 10,78– y el oro blanco de 18 quilates utilizado como material de la caja. El diseño elegante y sencillo de la caja hace honor a la colección Calatrava, a la que pertenece el modelo. Su concepción es clásica, con las superficies pulidas a espejo y una arquitectura de tres cuerpos bien diferenciados: bisel, carrura y fondo. El bisel es plano, inclinado y con un acabado biselado en su contorno. Sobre el bisel se ajusta un cristal de zafiro transparente. La carrura, de forma cilíndrica, incorpora unas asas cortas y estilizadas. Los contornos de la carrura, y también de las asas, están suavemente redondeados. El fondo es de tipo roscado e incorpora un cristal de zafiro transparente a través del cual se puede observar el movimiento que late en su interior. Asimismo, cuenta con seis hendiduras de forma rectangular que permiten el ajuste preciso de la herramienta necesaria para su abertura y apriete.

Uno de los modelos de 1936 que sirvió de inspiración para la colección Pilot, resurgida en 2015. Foto de familia de los modelos actuales de la colección.

Destacan los pulsadores laterales para el cambio de la hora local. Cada pulsación ajusta la aguja horaria una hora, y de esta forma no se pierde la precisión ni de los minutos ni de los segundos durante al ajuste. Con el pulsador situado a las ocho horas se avanza la hora, mientras que con el pulsador situado a las diez horas se atrasa una hora. Para evitar un desajuste accidental de la hora local, ambos pulsadores incorporan un sistema de seguridad, patentado por Patek Philippe, que debe desbloquearse antes de cada manipulación. El desbloqueo se consigue mediante un giro de un cuarto de vuelta. Después del ajuste bastará con hacer un giro de un cuarto de vuelta en sentido inverso para volver a bloquear el pulsador. Los pulsadores tienen forma de botón, con la parte superior como si fuera una corona de contorno estriado, con un frontal ligeramente abombado y acabado pulido. La corona, situada a la altura de las tres horas, tiene un tamaño generoso y un estriado más marcado en comparación con los pulsadores, y en su frontal está grabada la Cruz de Calatrava, enseña inconfundible de la firma ginebrina. La corona tiene una doble función: cuando está apretada o en reposo, su giro actúa sobre la carga del muelle motor, y cuando está extraída permite la puesta en hora. A la altura de las seis horas, enrasado con la carrura, se encuentra el corrector de la fecha. La hermeticidad del conjunto está catalogada en 30 metros.

No podía faltar, en la corona, la Cruz de Calatrava, enseña inconfundible de la firma ginebrina. Los dos pulsadores para el ajuste de la hora local tienen un sistema de bloqueo que evita cambios involuntarios.

El calibre 324 S C FUS

El movimiento que late en el interior del Calatrava Pilot Travel Time es el calibre 324 S C FUS. Este movimiento recurre a la base 320 con la que están equipados la mayoría de relojes automáticos sin complicaciones, o con complicaciones sencillas, de la manufactura. Acorde a su denominación, el 324 incorpora las funciones de segundos horarios centrales –S–, fecha ajustada a la hora local –C, de calendrier en francés– y doble huso horario –FUS–, a las que hay que añadir una doble indicación de día/noche: una para la hora local y otra para la hora de origen. El movimiento base, 320, tiene un diámetro de 27 milímetros. El aumento hasta los 31 milímetros de diámetro del 324 es debido al módulo del calendario y doble huso horario que incorpora por el anverso. La altura total del calibre 324 es de 4,9 milímetros, de los que 1,58 corresponden al mencionado módulo del calendario y doble huso horario. Está compuesto por un total de 294 componentes e incorpora 29 rubíes para proteger los pivotes de los ejes frente a la fricción y el desgaste. Cuenta con un único barrilete, que le proporciona una reserva de marcha de entre 35 y 45 horas.

El calibre 324 S C FUS es el encargado de dar vida al Calatrava Pilot Travel Time.

El sistema de cuerda automática dispone de un rotor central, realizado en oro de 21 quilates, que permite el armado del muelle motor en ambos sentidos de giro. El rotor, decorado con franjas circulares de Côtes de Genève, tiene grabada la Cruz de Calatrava en su zona central. El conjunto volante/espiral late a unas rápidas y contemporáneas 28.800 alternancias por hora, es decir, con una frecuencia de oscilación de 4 Hz. El volante es de tipo Gyromax, con sus característicos cuatro brazos, sobre los que se sitúan sendas cabezas locas que permiten variar el momento de inercia –y, así, el ajuste del reloj– si se precisa que adelante o atrase. La espiral, plana y de oscilación libre, es del tipo Spiromax. Se trata de una espiral realizada en Silinvar, un material con base de silicio, patentado por la firma ginebrina. Las características que ofrece esta espiral son ideales para lograr una excelente cronometría, con una variación de marcha de -3/+2 segundos diarios: insensibilidad a los cambios de temperatura y a los campos magnéticos, menor peso e influencia de la fuerza gravitatoria y mejora el isocronismo (es decir, misma duración en la fase de expansión y de contracción de la espiral).

Desde 2009 Patek Philippe deja de utilizar el Punzón de Ginebra como sello distintivo de calidad y desarrolla el suyo propio. El Sello Patek Philippe no solo se centra en los aspectos estéticos, sino que engloba aspectos técnicos, así como el conjunto del reloj. Ese es el motivo por el que la precisión en la variación de marcha diaria sea superior al tradicional certificado COSC (-4+6 seg./día) y que la calidad de los acabados del movimiento sea tan exquisita, incluso los de aquellas partes y piezas que no se ven a través del fondo.

Más información en: www.patek.es

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