25 ANIVERSARIO CALIBRE DE CUARZO GRAND SEIKO 9F
Seiko reedita el Grand Seiko equipado con el calibre 9F, un mecanismo de cuarzo con los más altos estándares todavía hoy. El nuevo Grand Seiko rinde homenaje a este calibre histórico con dos relojes en edición limitada equipados con un mismo calibre pero con una caja diferente.
El primero de los Grand Seiko conmemorativos emula la estética de un diseño de 1993. Es una edición limitada de 1.500 ejemplares que cuesta 3.700 euros y se equipa con el calibre 9F83.

Aunque tanto la caja como el brazalete tienen los contornos suaves del modelo histórico, Seiko ha mejorado muchas de las características. La caja de acero es más grande –mide 39,1 mm- para adaptarse a la nueva época y la esfera está decorada con un patrón inspirado en el calibre 9 F homenajeado y el logo Grand Seiko. Destaca la estrella de cinco puntas sobre las 6 h, símbolo de los relojes de cuarzo de Seiko y de su gran precisión con una desviación de +5 -5 segundos al año. A las 3 horas, está localizada la doble ventanilla para el día y la fecha.
GRAND SEIKO BICOLOR
Además de esta versión de acero, la marca japonesa ha creado otro Grand Seiko con caja en acero y el bisel y los índices en oro de 18 quilates en edición limitada de 600 relojes, pero el referente es un modelo posterior de 1967, el 44GS.

Actualizado gráficamente y con una caja ligeramente más grande que el reloj anterior -40 mm, destaca especialmente por el fondo transparente que deja a la vista el calibre 9F82, ensamblado y terminado a mano. Se aprecian las líneas que decoran su superficie dorada.

La esfera repite el mismo patrón decorativo que el modelo de acero con los índices facetados, pero además de por el color del bisel y los índices de oro, se distinguen las dos versiones porque este modelo solo indica la fecha en la ventana de las 3 h. El Grand Seiko bicolor acero/oro tiene un precio de 5.000 €.
CALIBRE 9F
Seiko vendió su primer reloj de pulsera de cuarzo el 25 de diciembre de 1969. En la década de los 60, los fabricantes de relojes suizos y japoneses trabajaban en mecanismos de cuarzo y la competición estaba bastante igualada, pero finalmente Seiko logró adelantarse a los suizos –aunque el primer reloj eléctrico fue creado por Hamilton en Estados Unidos en enero de 1957-.
En 1988, Seiko fabricó un nuevo calibre de cuarzo, el 9F, más preciso y duradero, y todavía hoy uno de los mecanismos de cuarzo de mayor rendimiento. Había sido concebido para su reputado reloj Grand Seiko, de su gama más alta, y solo equipado hasta ese momento con movimientos mecánicos. Nacía la segunda generación del Grand Seiko, pero con un corazón de cuarzo. El primer Grand Seiko de cuarzo no tuvo éxito, pero el diseño más atrevido y agresivo de la versión de 1993 sí que despertó expectación.
El calibre 9F nació en un momento en el que los fabricantes de relojes investigaban y probaban las posibilidades que tenía el cuarzo para ofrecer más funciones. Sin embargo, Seiko prefirió seguir una estrategia diferente centrada en mejorar la fiabilidad y la durabilidad. El calibre 9F incorporaba importantes innovaciones como el mecanismo de reajuste del retroceso, que eliminaba los temblores de la aguja de los segundos; un sistema de control de doble pulso para una mayor torsión y un protector que evitaba que entrara polvo. La historia continúa.
Por Purificación Álamo