Audemars Piguet
ROYAL OAK OFFSHORE CRONÓGRAFO AUTOMÁTICO
Redacción

En 1993, Audemars Piguet lanzó uno de los relojes más controvertidos de su historia. Se cumplían 20 años de la introducción del Royal Oak, el modelo que había cambiado para siempre el concepto de guardatiempo deportivo de lujo, y los responsables de la firma consideraron que la mejor manera de rendirle homenaje era adaptando las singulares formas diseñadas por Gérald Genta a los gustos y las necesidades del consumidor moderno, seguramente más activo y también habituado a modelos más grandes y robustos.
Creado por el diseñador Emmanuel Gueit, el nuevo Royal Oak presentaba unas proporciones sobredimensionadas –que le valdrían el apodo de “La Bestia”– y contaba con una serie de detalles estéticos que le conferían un look más viril y deportivo que el de su predecesor.
Cuando este nuevo Royal Oak fue presentado en el Salón de la Alta Relojería de Basilea, los seguidores más puristas de la marca fruncieron el ceño ante el rediseño de unas líneas que ya se habían convertido en un icono de la relojería –el propio Genta lo describió como “un elefante marino”–, pero pronto empezó a ganarse el corazón de los aficionados más jóvenes y de los amantes de los deportes extremos, y ello convenció a los responsables de la firma relojera de apostar por esta versión vitaminada del Royal Oak. Había nacido la colección Royal Oak Offshore, destinada a convertirse en uno de los puntales de Audemars Piguet.
De todo ello hace ya 30 años, y la firma de Le Brassus ha querido celebrar la efeméride con el lanzamiento de una serie de ediciones limitadas de carácter conmemorativo, inspiradas en algunos de los modelos más icónicos de la colección, pero con la particularidad de presentar una caja elaborada en cerámica negra.
Tras el Cronógrafo Tourbillon Volante Automático y la versión “All Black” del modelo original de 1993, la firma acaba de lanzar un nuevo Royal Oak Offshore Cronógrafo Automático para cuyo diseño se ha tomado como punto de partida el célebre Royal Oak Offshore “End of Days” (referencia 25770SN), un cronógrafo de 1999 que fue especialmente creado para que Arnold Schwarzenegger lo luciera en la película “El fin de los días”, y que contribuyó decisivamente al despegue comercial que la colección viviría a principios del nuevo milenio.


A la izquierda, el primer Royal Oak Offshore, del año 1993. A la derecha, el célebre Royal Oak Offshore “End of Days”, del año 1999.
El nuevo Cronógrafo Automático cuenta con una caja de 43 mm, cuyo color negro remite a la del modelo de 1999, el primero de la casa de Le Brassus en utilizar un recubrimiento de PVD. Su diseño, sin embargo, es el de los modelos introducidos en 2020, caracterizados por los dos pulsadores sobredimensionados que ocupan prácticamente todo un lateral de la carrura, montados sobre dos estructuras que hacen las veces de protectores de la corona. En cuanto a su material constructivo, se trata de una cerámica compuesta por polvo de óxido de zirconio junto a un aglutinante especial, que adquiere su color intenso color negro profundo una vez se hornea a más de 1.000ºC de temperatura. A continuación, todos sus componentes son acabados a mano por los artesanos de la casa, que dotan la caja de su característica alternancia de superficies pulidas y satinadas. Además de la cerámica negra, la caja incorpora los icónicos ocho tornillos de –falsa– cabeza hexagonal encargados de fijar el bisel, así como varios elementos de titanio como los pernos, los pulsadores o el fondo.
Igual que la caja, la esfera es completamente negra y recupera los elementos más característicos del modelo de referencia para adaptarlos a un diseño contemporáneo. Decorada con el motivo Méga Tapisserie –en la versión que la firma introdujo en 2021–, mantiene los acentos amarillos del “End of Days” en el material luminiscente de las agujas y los marcadores horarios, y los extiende a la escala taquimétrica, ubicada en un realce exterior negro. Las agujas de horas y minutos son de color negro y presentan tres marcadas facetas, igual que los índices horarios (el material luminiscente ocupa toda la faceta central). Entre la esfera y el realce se ha ubicado un anillo, también negro y decorado con un “guilloché” de círculos concéntricos, que aloja la escala de segundos, con las tres subdivisiones por unidad que corresponden a los saltos de la aguja segundera. Las tres subesferas –los totalizadores del cronógrafo y el pequeño segundero– comparten tamaño y estética: delimitados por un fino bisel plateado, también cuentan con un “guilloché” concéntrico, más fino en el anillo exterior, que aloja los índices, que en la zona central. Entre los índices de las 4 y las 5 horas se ha ubicado oblicuamente una ventana que deja a la vista el disco de fecha, con numerales blancos sobre base negra.


Imagen frontal del nuevo Royal Oak Offshore Cronógrafo Automático, y del fondo del reloj donde puede observarse el latido del Calibre 4401, de cuerda automática.
Bajo la esfera se oculta el calibre 4401, un movimiento de manufactura con mecanismo de cronógrafo “flyback” integrado. Este calibre, que la firma de Le Brassus introdujo en 2019, en la colección Code 11.59 by Audemars Piguet, incorpora una rueda de pilares y un embrague vertical, que proporciona una activación suave y sin saltos de la trotadora. El mecanismo está compuesto por 381 piezas (40 rubíes), y late con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora, correspondientes a 4 Hz. Un solitario barrilete permite almacenar energía para garantizar una autonomía de 70 horas. La energía necesaria para dar vida al reloj se genera mediante una masa oscilante de oro rosa de 22 quilates, parcialmente calada y coloreada mediante un proceso de NAC que le confiere un tono gris antracita.
Visible a través del cristal de zafiro incrustado en el fondo de titanio, el calibre 4401 presenta las decoraciones propias de la alta relojería suiza, con acabados tales como las Côtes de Genève de los puentes, el perlado de la platina base o el satinado de “rayos de sol” del rotor.
Si el Royal Oak Offshore “End of Days” de 1999 incorporaba una indestructible correa de kevlar, muy adecuada a las necesidades de un “action hero”, en esta ocasión se ha optado por una pulsera negra de piel de becerro con efecto tejido y pespuntes amarillos, que se ciñe a la muñeca con un cierre de hebijón realizado en titanio. Los más atrevidos pueden intercambiarla con una pulsera adicional de piel de becerro amarilla con pespuntes negros.
Con esta edición especial, limitada a 500 ejemplares –igual que el célebre “End of Days”–, Audemars Piguet rinde un merecido homenaje al modelo que dio el empujón definitivo al Royal Oak Offshore y abrió la puerta a otras muchas colaboraciones con el actor de origen austríaco, gran coleccionista de relojes de lujo, así como con otras celebridades como Jay-Z o LeBron James. Un empujón gracias al cual la colección se ha convertido en un lienzo perfecto para que los diseñadores de la casa den rienda suelta a su creatividad, tanto en la estética como en la elección de los materiales constructivos, pasando por la incorporación de una gran variedad de complicaciones.
Más información en: www.audemarspiguet.com