Novedades SIHH 2017

CARTIER, PIAGET Y CHRISTOPHE CLARET, TRADICIÓN Y VANGUARDIA EN EL SIHH

Es complicado hacer una selección de los relojes que se presentan cada día en el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH). Hoy hemos elegido este modelo de Cartier porque es la primera vez que la maison francesa combina un mecanismo misterioso con un repetición minutos. No podíamos pasar por alto el 60 aniversario del Altiplano y Piaget lo celebra  con el primer Altiplano con torbellino. Y dentro del Carré des Horlogers, Christophe Claret muestra su inconformismo con Maestro, interpretando la tradición con su estilo.

ROTONDE DE CARTIER REPETICIÓN MINUTOS DOBLE TOURBILLON MISTERIOSO

El Rotonde de Cartier Doble Tourbillon Misterioso Repetición Minutos es uno de los relojes que no pasan inadvertidos en el Salón Internacional de la Alta Relojería (SIHH). Es la primera vez que Cartier combina en un mismo reloj un movimiento misterioso con una repetición de minutos. Se trata de un reloj muy técnico, incluso estéticamente porque como no tiene esfera el mecanismo es el gran protagonista. Se trata de una edición limitada de 50 piezas, que también está disponible con diamantes talla baguette.

El movimiento que equipa este nuevo reloj de Cartier es el calibre de cuerda manual 9407 MC, manufacturado por la maison  su taller ginebrino por lo que puede lucir el Punzón de Ginebra. Está formado por 448 piezas que tienen un  acabado rodiado en negro que contrasta con la transparencia del tourbillon volante. Los relojeros han realizado un trabajo exhaustivo para que todas las piezas del mecanismo encajen en una superficie de  39,30 mm de diámetro y 6,05 mm de espesor, teniendo en cuenta el gran espacio que ocupa módulo del tourbillon misterioso. El volante palpita al ritmo de 21.600 alternancias/hora y la reserva de marcha del mecanismo es de 3 días y medio como mínimo.

El tourbillon volante del Rotonde de Cartier Doble Tourbillon Misterioso Repetición Minutos da la impresión que está flotando y que está desconectado del resto del mecanismo.  Está completamente descentrado, ubicado entre las 9 y las 10, y completa su rotación en 60 segundos.

Siempre el tourbillon volante, y más si es misterioso, impresiona más que el mecanismo de un repetición minutos porque lo más importante de esta complicación no es su estética, sino su acústica. Los relojeros de Cartier han mejorado el volumen, el timbre, la intensidad.

Para mejorar el volumen han reducido el peso del reloj al máximo. La caja es de titanio y se ha vaciado; además, la ausencia de esfera ha aligerado el peso unos 50 gramos más. El mecanismo está fijado a la caja en cuatro puntos y los gongs en dos puntos adicionales, lo que contribuye a maximizar la transmisión de las vibraciones del sonido. La caja mide 45 mm y este diámetro es perfecto para la resonancia.

Y la caja Rotonde ha sido también una buena elección. El reloj Rotonde de Doble Tourbillon Misterioso Cartier Repetición Minutos es muy cómodo y fácil de llevar por las medidas de la caja: 45 mm de diámetro y 11,15 mm de grosor. Por último, su pulsera combina la suavizad del caucho con la piel de aligátor.

PIAGET ALTIPLANO TOURBILLON ALTA JOYERÍA

Indiscutiblemente, 2007 es el año del Altiplano para Piaget, pues su reloj icono celebra su 60 aniversario. Ya les presentamos en el mes de diciembre el Altiplano 38 mm de cuerda manual y el Altiplano 43 mm de cuerda automática, pero en el SIHH, la manufactura suiza ha desplegado gran número de piezas que se suman a esta celebración. Ha lanzado dos versiones femeninas con caja de 34 mm en rosa, otros dos relojes para mujer con esfera en turquesa natural y en ópalo, además de tres Altiplanos de 40 mm, en azul y verde con la caja en oro rosa y en gris con la caja en oro blanco.

El reloj más técnico de la colección aniversario es el Altiplano Tourbillon Alta Joyería, el primer Altiplano con tourbillon que destaca de forma sobresaliente sobre la esfera descentrada con un estilo muy Piaget. El disco horario y el torbellino forman un 8, el número que simboliza la eternidad.

Para este nuevo reloj,  Piaget ha desarrollado un nuevo calibre. Se trata de un movimiento de cuerda manual ultraplano, como era de esperar, con tourbillon. El calibre 670P solo mide 4,6 mm de grosor y tiene un sistema de cuerda con vástago y rueda intermedia. Su barrilete ofrece una autonomía hasta 48 horas y su tourbillon volante es muy ligero pues su jaula de titanio con tres puentes pesa 0,2 gramos. Los acabados del mecanismo son los propios de la Alta Relojería: platina y puentes perlados, Côtes de Genève circulares y jaula y puentes del tourbillon biselados y estirados a mano.

En el Altiplano Tourbillon Alta Joyería se citan dos artes que Piaget domina con gran maestría: la excelencia relojera y la alta joyería. Además de los diamantes en talla baguete y brillante que visten el bisel y las asas del reloj, la esfera luce un esmaltado flinqué con un guilloché sobre el oro creado antes iniciar el proceso de esmaltado con sus tres fases de cocción a 800 grados. El tono gris azulado del esmalte es resplandeciente y se realza con el guilloché descentrado. Piaget firma este reloj conmemorativo con su logo histórico que vemos en el minimalista disco horario, formado por los índices y las agujas facetadas.

CHRISTOPHE CLARET MAESTRO

Christophe Claret expone en el Carré des Horlogeres y una de las novedades que exhibe en este espacio dedicado a la innovación es el reloj Maestro. Como le gusta reinterpretar la relojería tradicional, su nueva propuesta es inconformista, impactante y tridimensional. Con un precio de 68.000 CHF (casi 63.400 euros) lo presenta como su primer reloj de Alta Complicación con el que rejuvenece la colección Traditional.

Como todos los relojes de Christophe Claret es creativo y dinámico, el punto de encuentro entre la estética y la técnica.  La firma ha creado su caja más pequeña para el reloj Maestro; mide 42 mm y está disponible en titanio de grado 5 y en oro rosa 5N. Para cubrir la esfera, Christophe Claret ha construido una cúpula que acentúa el diseño y ofrece una visión panorámica del mecanismo de cuerda manual. Los componentes más representativos del calibre además de cumplir una misión técnica son un pilar clave en la estética del reloj.

 Los conocedores de la marca identifican a primera vista una de sus firmas más reconocidas, los puentes inclinados y esqueletizados estilo Carlos X con 26 ángulos interiores. Con el calibre DMC16, la manufactura supera los límites de la sofisticación técnica buscando como aliado la perfección estética.

Los retos motivan a Christophe Claret, al igual que la excelencia en los detalles. Como ejemplo sirva el trabajo de vaciado del puente que sujeta el escape, en el que hay un perfecto equilibrio entre el clasicismo y la modernidad. Para ocultar el sistema de amortiguación recurre a un rubí o un zafiro natural, dependiendo de la versión y el volante, desarrollado y producido in house,  tiene los tornillos de cabeza avellanada. El reloj tiene una reserva de marcha de 7 días gracias a los dos barriletes acoplados en serie que vemos a la altura de las 12 h.

Aunque Christophe Claret respeta la tradición, siempre añade un toque audaz e inconformista a la hora de plasmar las distintas funciones. Original es la forma de indicar la fecha –patentada- a través de dos discos de aluminio con forma de cono  que vemos a las 5 y sobre ella, entre las 3 y las 4, con el mismo efecto añade la función Memo, pensada para los olvidadizos.

En edición limitada a 88 relojes por versión, Christophe Claret presume del nivel de acabado de su mecanismo compuesto por 342 piezas que bate a una frecuencia de 21.600 alternancias/hora.

Por Purificación Álamo

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