GIRARD-PERREGAUX LAUREATO

Girard-Perregaux es una extraordinaria marca con más de 225 años de historia y un gran palmarés de premios, pero a pesar de todo ello, al menos en España, no tiene el reconocimiento que merece.

La manufactura suiza pertenece al grupo de lujo Kering, propietario de las firmas Gucci, Botega Venetta, Saint Laurent, Balenciaga, Brioni, Stella McCarney o Pomelato,  entre otras; y de otras dos firmas relojeras más: Ulysse Nardin y JeanRichard, actualmente en estado de letargo. Sus actuales propietarios conocen el gran potencial de la firma y desde 2015 han cambiado su rumbo para lograr su reconocimiento internacional.

Este año, la colección estrella de Girard-Perregaux es la nueva colección Laureato, pero antes vamos a comentar algunos aspectos de las nuevas tácticas de la marca que nos contó el CEO de Girard-Perregaux, Antonio Calce, en su visita a Madrid.

La estrategia que está poniendo en marcha Girard-Perregaux tiene como uno de los pilares fundamentales, según recalcó Antonio Calce, “conectar la marca con su herencia, con más de 225 años de historia”. Y aunque es consciente de la necesidad de “capitalizar la historia”, sabe que además es necesario que el producto sea contemporáneo. Además de los relojes, que son muy importantes, los otros pilares son el marketing, pues hay que dar a conocer esta “pequeña revolución interna”; la distribución, que será muy selectiva; y el servicio post-venta, que estará muy cuidado.

Girard-Perregaux ha reorganizado sus colecciones y ha eliminado referencias pues tenía más de 200 modelos distintos –ahora no llegan a 140-. Una de las acciones más destacables es que ha creado una nueva familia completa con un nuevo rango de precio ya que los relojes de la marca siempre han superado los 10.000 euros. Ahora, con las nuevas versiones de acero, hay relojes entre 6.000 y 10.000, mucho más accesibles. Esto no quiere decir que Girard-Perregaux abandone la  Alta Relojería.

La manufactura relojera suiza ha estructurado sus colecciones y los cuatro pilares sobre los que se asentará en el futuro próximo son la línea Clásica con relojes como 1966 y Vintage 1945; los relojes con Complicaciones, la colección Lady y la Sport.

Como comentábamos, la colección que se convierte en un eje fundamental para la marca suiza es  Laureato, un reloj que fue recuperado el año pasado con motivo de la celebración del 225 aniversario de Girard-Perregaux. Es su gran apuesta y quiere que se convierta en su icono.

Laureato es un reloj deportivo y elegante que fue creado a mediados de los 70 del siglo pasado y su diseño fue encargado a un arquitecto afincado en Milán, que se inspiró en la forma circular que soporta la estructura octogonal de la catedral florentina de Santa Maria del Fiore. El arquitecto miniaturizó esta estructura en el reloj y diseñó una caja redonda en la que el bisel se integraba perfectamente en el círculo, pero los ocho lados no eran lineales, sino que estaban formados por curvas armoniosas.

Girard-Perregaux fue la manufactura que creó el primer movimiento de cuarzo de gran calidad avalado por los certificados cronométricos y el Laureato de 1975 estaba equipado con el segundo calibre de cuarzo manufacturado de la firma. El cuarzo suizo de calidad vuelve a marcar el tiempo en alguno de los modelos, aunque también hay un nuevo calibre mecánico.

La centenaria firma relojera suiza quiere sacar el mayor partido a un diseño histórico que tiene el diseño que más demanda tiene en el mercado, como vemos con modelos icónicos de otras marcas que representan el mayor volumen de sus ventas. Aprovecha su artillería histórica para conquistar el mercado.

La nueva colección Laureato está formada por 34 referencias con relojes masculinos y femeninos, con o sin diamantes;  en tres diámetros -34, 38 y 42 mm- y en distintos materiales: acero, oro, acero de dos tonos y oro o con titanio.  Las  líneas de la familia Laureato son Laureato 42 mm, el Laureato 38 mm y el Laureato 34 mm. Además de los modelos más comerciales, esta familia incluye un reloj que representa el legado histórico de una manufactura de prestigio, el Laureato Tourbillon.

El código genético de Laureato se ha modernizado, pero no ha perdido su esencia que, sin duda, es el bisel octogonal integrado en una caja que no tiene asas. El bisel es suave, sin aristas, y el brazalete o la pulsera de piel son una extensión natural de la caja. Los brazaletes tienen grandes eslabones satinados en forma de “H” con la parte interior pulida y abombada.

La esfera es elegante y con un diseño esencial con decoración Clous de Paris, agujas e índices facetados, todos recubiertos con material luminiscente.

Laureato es un reloj deportivo, elegante, robusto pero ergonómico y muy versátil.

Antonio Calce está muy orgulloso del conjunto de la colección porque piensa que es la primera vez que Girard-Perregaux “tiene un producto icónico con mucha identidad” basado en un diseño de mediados de los años 70, pero actualizado. Cree que Laureato va a cambiar el futuro de Girard-Perregaux.

Por lo que respecta a la distribución, Girard-Perregaux ha comenzado a reducir puntos de venta porque quiere que sea exclusiva y selectiva. En Madrid habrá dos o tres puntos de venta como máximo y otros tres o cuatro en Barcelona. El objetivo es proteger la herencia de la marca y trabajar directamente con el punto de venta porque creen que pueden ayudar bastante a la marca.

Por Purificación Álamo

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