GIRARD-PERREGAUX NEO-BRIDGES AUTOMATIC TITANIUM
Girard-Perregaux apuesta por el futuro. Su estatus de manufactura es innegable y ha escrito importantes páginas de la historia de la relojería tradicional. La firma fundada en 1791 quiere ser también uno de los principales actores de la Alta Relojería contemporánea y ya comenzó a alzar su voz a comienzos de esta década reinventando el escape que puso a prueba en el reloj Girard-Perregaux Constant Escapement, un escape con una forma totalmente diferente e inédita que consigue que la fuerza que transmite siempre sea siempre constante, independientemente de la reserva de marcha del reloj.
Este fue uno de sus primeros pasos para transitar con confianza por el futuro. Y como demostración de que no fue un hecho aislado, en su regreso al Salón de la Alta Relojería (SIHH) de Ginebra ha dejado constancia de cuál será su nuevo enfoque relojero que se caracteriza por una “extrapolación futurista de la arquitectura del movimiento del siglo XIX”.
El primer reloj que debuta con una estética retro futurista es el Neo-Bridges Automatic Titanium. A simple vista ya vemos que su look es vanguardista y moderno, aunque hay quien pudiera pensar que al margen de los acabados es otro reloj Bridge esqueleto, pero hay que estudiar con detalle el mecanismo para comprobar que es distinto. Sin embargo, en esta nueva era de Girard-Perregaux sigue teniendo mucho peso la arquitectura tradicional con la que Constant Girard obtuvo el primer premio de la Exposición Universal de París por la invención del reloj de bolsillo Esmeralda. Esta fuerza innovadora no es nueva en la manufactura suiza, pero el nuevo Neo-Bridges Automatic Titanium sí que es algo diferente al resto de relojes con los tradicionales “tres puentes de oro”.
Para el Neo-Bridges Automatic Titanio, Girard-Perregaux ha desarrollado un mecanismo completamente nuevo que está completamente integrado en la caja formado una unidad indisoluble. El movimiento de cuerda automática GP084400 de 208 piezas es completamente simétrico porque el micro rotor está ubicado en el mismo eje que el tambor del barrilete, el cual almacena una reserva de marcha para funcionar como mínimo 48 horas. El gran volante de inercia variable ubicado a las 6 horas destaca por su diámetro de más de 10 mm, que le insensibiliza a las perturbaciones e incrementa su precisión. Este gran volante oscila a 21.600 alternancias/hora (3 Hz). Los acabados conseguidos con chorreo de arena, el tratamiento NAC de la platina, además del revestimiento de PVD de los puentes potencian el diseño escénico y moderno de este reloj.
La caja, en la que está integrado el mecanismo, es de titanio con acabados pulidos y satinados alternos. Mide 45 mm de diámetro y 12,17 mm de altura y está protegida por un cristal Box por la parte de la esfera esqueleto, que tiene un anillo con los índices suspendidos, y un cristal de zafiro transparente en el fondo, una invitación a descubrir todos los matices de este reloj con el que Girard-Perregaux quiere dar forma al futuro.
El reloj Neo-Bridges Automatic Titanio se acompaña de una pulsera de piel de aligátor en gris oscuro con pespuntes y cierre desplegable triple de titano. Su precio recomendado es de 24.600 euros.
Por Purificación Álamo