Historia
LOCMAN

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: sede de Locman en la Isla de Elba; imagen histórica de la manufactura de Oisa; interior de la manufactura, con vistas al mar; y Marco Mantovani, presidente de Locman.
La firma relojera Locman fue fundada en 1986 por quien hoy es su presidente, Marco Mantovani, junto a su socio Fulvio Locci. Sus primeros pasos, sin embargo, fueron como empresa de servicios de diseño para las principales casas suizas, una actividad a la que se agregó, posteriormente, la fabricación de guardatiempos para terceros, para la cual fue imprescindible la alianza con Genesi, una histórica firma milanesa que le permitió ofrecer relojes de alta calidad a precios mucho más bajos que los suizos.
El paso natural era comercializar guardatiempos bajo su propio nombre, algo que la firma hizo por primera vez en 1988. Íntegramente fabricado a mano, el primer reloj Locman incorporaba componentes de oro y también de brezo, una madera preciosa propia de la isla de Elba.
En 1990, Locman dio un importante salto en el ámbito comercial cuando Carlo Crocco, propietario de la firma Hublot, adquirió una participación accionarial y se convirtió en distribuidor de la firma en todo el mundo. El éxito creciente de la marca hizo que en 1996 fuera necesario ampliar las instalaciones de Marina di Campo. Una parte importante del crecimiento comercial se produjo en el mercado americano, que supo apreciar mejor que nadie los diseños atrevidos y el uso de materiales innovadores. Durante este periodo, estrellas del cine o de la música como Jennifer López, Sharon Stone, Nicole Kidman o Elton John posaron con relojes de la firma italiana.

A la izquierda, uno de los modelos con los que Locman colaboró con las Fuerzas Armadas italianas, el Mare Automático Carbon. A la derecha, el modelo Ducati Crono Auto Acciaio.
En el año 2000, la empresa recibió otro espaldarazo en forma de ampliación de capital, con la entrada de Hopa SPA, accionista de referencia de Telecom Italia y de otras importantes compañías. Paralelamente, Locman empezó una colaboración con las Fuerzas Armadas italianas que daría lugar a colecciones hoy históricas como Aeronautica Militare, Paracadutisti Folgore y Marina Militare. Las buenas relaciones con las instituciones públicas italianas incluso llevaron a la firma a convertirse en proveedora oficial de la Presidencia del Consejo, y algunos de sus modelos serían utilizados como obsequios diplomáticos a jefes de estado y delegaciones extranjeras.
Más allá de sus colecciones de inspiración militar, Locman continuaba destacando por la introducción de materiales constructivos de última generación, como la fibra de carbono, en la que fue pionera con un modelo presentado en 2003.
La compañía continuaba creciendo, y en 2009 adquirió la totalidad de tres empresas de su propiedad: la manufactura Genesi; la Scuola Italiana di Orologeria, academia de formación interna, y Materie Future, un estudio especializado en la aplicación de materiales compuestos en relojería.
En 2010, Locman lanzó la colección Montecristo, de inspiración marina, todo un hito de la relojería italiana tanto por su calidad como por el reconocimiento obtenido. A pesar de su éxito comercial, durante este periodo la firma no solo no dejó de fabricar relojes para terceras marcas, sino que incluso potenció esta actividad.
En el ámbito social, destaca la participación de Locman en la constitución, en 2014, de la Fondazione Isola d’Elba, una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la protección del medio ambiente y a la realización de acciones de cáliz social en la isla. Marco Mantovani, CEO de la manufactura, sería nombrado también presidente de la asociación.


Frontal del reloj Montecristo e imagen del Calibre OISA 29-50, el primero diseñado y elaborado por OISA 1937 desde su relanzamiento.
En 2017, Locman llegó a un acuerdo comercial con Ducati para utilizar su nombre en una línea de relojes de estética deportiva, formada por un tres agujas y dos cronógrafos. Una de las referencias –el modelo tres agujas– incorporaba un movimiento creado por la Scuola Italiana di Orologeria (SIO).
Con el objetivo de fortalecer su capacidad de ofrecer modelos con relojes con movimientos de fabricación italiana, en 2021 Locman participó, junto con otros importantes socios, en la recuperación de la manufactura OISA, de Pavía, tras más de 40 años de inactividad. Solo un año después, la renacida OISA 1937 estaba en disposición de presentar su primer movimiento de la etapa moderna, el OISA 29-50 Cinque Ponti, cuya arquitectura y acabados tenían poco que envidiar a los de sus vecinos del norte. Como no podía ser de otra forma, Locman lo incorporó a su modelo estrella, el Montecristo. Por supuesto, el flamante calibre italiano era visible a través de una ventana circular de cristal.
Actualmente, Locman es la única firma relojera capaz de ofrecer modelos mecánicos íntegramente diseñados y fabricados en Italia. Con una red de distribución de aproximadamente 1.200 puntos de venta autorizados en todo el mundo –siete de los cuales, boutiques monomarca–, Locman quiere llegar tanto a los amantes del diseño italiano como a los que aprecian la relojería de calidad y no vinculan su valor a la exclusividad de los precios.
Además de perseguir valores como la independencia, la libertad o la singularidad, difíciles de alcanzar en un sector tan competitivo como es el de la relojería, Locman ha mostrado un compromiso inquebrantable con la preservación del medio ambiente y con un desarrollo tecnológico sostenible y democrático que debe permitir garantizar la dignidad sanitaria, cultural y profesional en todos los puntos del mundo. Por ello, la compañía ha optado por la neutralidad de emisiones en su producción, y apoya a múltiples asociaciones y proyectos que trabajan por la protección del medio ambiente.