IWC SCHAFFHAUSEN INGENIEUR

Por Ferran Magrané

A mediados de los años 50, algunas de las principales firmas relojeras del momento emprendieron la fabricación de guardatiempos específicamente diseñados para profesionales —como científicos, técnicos o ingenieros— que, por su trabajo, podían entrar en contacto con campos magnéticos de considerable magnitud, capaces de alterar el buen funcionamiento de un reloj.

Una de las marcas pioneras en este ámbito fue IWC Schaffhausen, que en 1940 ya había dotado al célebre reloj de aviador Mark XI de una jaula Faraday que aislaba el calibre de las fuerzas magnéticas generadas por los instrumentos eléctricos del avión.

En 1955 la firma del norte de Suiza introdujo el modelo Ingenieur, una especie de versión civil del citado Mark XI que ofrecía una protección a los campos magnéticos de hasta 80.000 amperios por metro, de nuevo, gracias a una jaula de hierro dulce que blindaba el movimiento.

Los primeros Ingenieur estaban elaborados en acero inoxidable, oro de 18 K o una combinación de acero inoxidable y oro de 14 K; contaban con un diámetro de 36,5 mm, y presentaban una estética sobria y funcional, con predominancia de superficies planas y pulidas. Para servir mejor a su función de reloj profesional, también ofrecían un buen nivel de hermeticidad (concretamente, 100 metros), un detalle aún poco común en la época.

La esfera era generalmente blanca o plateada, y combinaba una sencilla minutería —dotada de marcadores luminiscentes en los puntos horarios— con unos índices horarios en aplique, con el extremo interior en punta. Las agujas de horas y minutos eran generalmente de estilo Dauphine (en aquella época no era raro que se utilizaran distintos tipos de índices y agujas en una misma referencia) y también incorporaban un revestimiento luminiscente en la zona central. A las seis horas, el logotipo del modelo —la palabra “INGENIEUR” superpuesta al dibujo de un rayo— recordaba su resistencia a los campos magnéticos creados por los circuitos eléctricos.

Entre 1955 y 1958 se comercializaron varias versiones del Ingenieur: dos referencias que ofrecían una indicación central de horas, minutos y segundos (la referencia 666 A, en acero; y la 766 A, con caja de oro y fondo de acero); y dos más que incorporaban una indicación de fecha en una ventana situada a las tres horas (referencias 666 AD y 766 AD).

Todas las versiones eran estéticamente muy similares excepto por pequeños detalles del diseño de la esfera, como la presencia, en algunos modelos, de numerales arábigos en las horas cardinales. En este sentido, son especialmente remarcables los ejemplares con esfera Pie Pan, caracterizada por la marcada inclinación del anillo exterior, donde se alojan los índices.

En el interior del Ingenieur latía el calibre 852 (o su variante 8521 para las referencias con ventana de fecha), un movimiento creado bajo la supervisión del director técnico de IWC Schaffhausen, Albert Pellaton, y dotado de su revolucionario sistema de carga automática mediante rotor bidireccional, capaz de generar energía a partir del más mínimo movimiento de la muñeca.

Primeras evoluciones

En los años posteriores a su lanzamiento, el Ingenieur no fue objeto de grandes cambios, más allá de pequeñas modificaciones cosméticas y técnicas. Entre las novedades más significativas destaca la sustitución, en 1959, de los movimientos de la serie 852 por los nuevos calibres 853 i 8531, que incorporaban pequeñas mejoras en el órgano regulador y el barrilete. Asimismo, en 1960 IWC introdujo las referencias 9386 A y 9386 AD, con caja y brazalete de oro, a las que se añadiría la referencia 9033 AD a partir de 1963.

La primera evolución realmente significativa del Ingenieur llegó en 1967 con el lanzamiento de las referencias 866 A y 866 AD, que como gran novedad incorporaban los calibres de la serie 854 (854 y 8541, respectivamente), creados tres años antes por la firma de Schaffhausen. Aprovechando la introducción del nuevo calibre, IWC también quiso renovar sutilmente la imagen de la colección, aunque sin renunciar a sus principios de clasicismo y funcionalidad. La nueva caja era un poco más fina y contaba con un diámetro de 37 mm. Asimismo, estaba dotada de una corona de mayor tamaño.

Las esferas, por su parte, fueron objeto de un importante rediseño. Por una parte, se les aplicó una mayor variedad de acabados, desde el satinado vertical al efecto soleado. Por otra, todos sus elementos fueron modificados, en parte, para dotar a la colección de una imagen más homogénea: los índices adquirieron forma de ortoedro, con una hendidura longitudinal en su cara superior para alojar la pintura de tritio; para las agujas de horas y minutos —también luminiscentes— se optó por una clásica forma de bastón, aunque con el extremo acabado en punta; la aguja de segundos, por su parte, adquirió una particular forma de remo, con un rectángulo en la punta que servía para alojar la pintura luminiscente.

Otro elemento significativo de la esfera de la referencia 866 (es decir, tanto de la referencia 866 A como de la referencia 866 AD) es la aparición, a finales de los años 60 y comienzos de los 70, de un aplique con el logotipo “IWC”, que se añadía al tradicional “International Watch Co.” impreso en fuente caligráfica.

Mención especial merecen los Ingenieur 866 de estilo militar, que presentaban la clásica esfera de B-Uhr: negra, con numerales luminiscentes de color blanco (y, en algunos casos, con un índice triangular a las doce, en sustitución del número correspondiente). A pesar de su estética, parece que la mayoría de estos rarísimos modelos fueron distribuidos en los canales habituales, y solo algunos ejemplares —con la inscripción “Bundeswehr” grabada en el fondo— se destinaron al ejército de la República Federal Alemana.

Anuncio histórico del Ingenieur.

Albert Pellaton, director técnico de IWC Schaffhausen entre 1944 y 1966.

El rediseño de Genta

A principios de los años 70, y a pesar de mantenerse en los catálogos de la firma, el modelo Ingenieur había dejado de estar entre las colecciones favoritas por los seguidores de la marca de Schaffhausen, cuyas preferencias habían derivado hacia otros modelos como el Yacht Club. Quizás por ello, a mediados de la década los responsables de IWC optaron por remodelar completamente el reloj y dotarlo de una nueva personalidad. La tarea recayó en el célebre diseñador Gérald Genta, quien en 1972 había revolucionado el concepto de reloj deportivo de lujo con el Audemars Piguet Royal Oak y acababa de repetir la fórmula con el Patek Philippe Nautilus.

Presentado en 1976 y comercializado al año siguiente, el Ingenieur SL (referencia 1832) mostraba buena parte de los elementos idiosincráticos de la obra de Genta, pero a la vez era fiel a los principios de la colección. La caja tenía un contundente diámetro de 40 mm —que le valdría el sobrenombre “Jumbo” entre los aficionados, igual que el Royal Oak y el Nautilus originales—, estaba elaborada en acero y presentaba un bisel redondo sobre un estilizado cuerpo central con forma de tonel. Asimismo, era resistente al agua hasta 120 metros y ofrecía las cualidades antimagnéticas del modelo original (80.000 a/m) gracias a la presencia de una jaula interior de hierro dulce.

La esfera mantenía la estética de las referencias anteriores, aunque incorporaba interesantes novedades como el motivo waffle, que decoraba algunos ejemplares. Igual que había hecho con el Royal Oak y el Nautilus, Genta dotó al Ingenieur SL de un brazalete de acero integrado a la caja y compuesto por unos grandes eslabones con forma de “H” unidos entre sí por otros más pequeños y rectangulares.

El movimiento elegido para equipar el Ingenieur SL (tanto en la versión original como en la referencia 9232, con caja y brazalete de oro amarillo de 18 K, que la firma lanzó inmediatamente después) fue el calibre automático de manufactura 8541B, dotado de un innovador sistema antichoque patentado por la marca de Schaffhausen.

Modelo IWC Ingenieur de 1956.

En la era del cuarzo

Coincidiendo con el radical rediseño del modelo, por primera vez IWC optó también por comercializar varias versiones del mismo animadas por movimientos de cuarzo, que por aquel entonces ya se habían adueñado completamente del mercado relojero. Los primeros Ingenieur Jumbo de cuarzo estaban equipados con el calibre 2405 y contaban con una caja prácticamente idéntica a la de los modelos automáticos, pero en 1980, coincidiendo con la introducción del calibre 2250, la firma aprovechó para reducir significativamente el grosor y el peso de la caja, y sustituyó el brazalete original por otro más cómodo y ligero.

Durante este periodo, la colección adquirió una mayor variedad estilística, a la vez que se abrió al público femenino mediante la comercialización de modelos de tamaño más pequeño. Por el contrario, la protección ante los campos magnéticos pasó a ser un elemento secundario, como demuestra el hecho de que algunos de estos modelos solamente fueran resistentes a los campos magnéticos hasta 40.000 a/m, la mitad que el Ingenieur original.

A pesar de las grandes virtudes del diseño de Genta —y de los posteriores esfuerzos de IWC para adaptar el modelo a las circunstancias del momento—, el aterrizaje del Ingenieur SL en el mercado relojero fue más bien accidentado en lo que a las ventas se refiere. Con la demanda de relojes mecánicos por el suelo, este Ingenieur también era demasiado grande y pesado para competir en un mercado dominado por los pequeños, ligeros y económicos relojes de cuarzo. Así, entre 1976 y 1983 las ventas de las diferentes versiones del modelo automático no alcanzaron las 600 unidades, y las de los modelos de cuarzo no fueron mucho mejores.

En 1983, el modelo conocido como “Jumbo” dio paso a una nueva versión del Ingenieur de un tamaño significativamente inferior, que por primera vez en la historia de la colección estaba equipada con un calibre mecánico de producción ajena. Concretamente, utilizaba el calibre 375, que no era otro que un ETA 2892 finamente decorado y dotado de un rotor de oro. La utilización de calibres externos abrió la posibilidad de introducir nuevas complicaciones a la colección, que entre 1983 y 1989 se enriqueció con modelos con función de cronógrafo e incluso de calendario perpetuo.

Mucho más significativo es, sin embargo, el Ingenieur que IWC presentó en 1989, capaz de resistir a campos magnéticos de hasta 500.000 a/m. A diferencia de sus célebres predecesores, este reloj de solo 34 mm de diámetro no estaba equipado con una caja interior de hierro dulce, sino que lograba este grado de protección mediante el uso de materiales experimentales amagnéticos en la construcción de la espiral y el volante. Estaba disponible en acero (referencias 3508 y 3518) o en oro (referencias 9238 y 9258) y ofrecía la indicación original de horas, minutos, segundos y fecha gracias al calibre de carga automática 35790, basado en el ETA 2892-A2.

Este nuevo Ingenieur, sin embargo, tuvo una vida breve, precisamente a causa de la poca fiabilidad que ofrecían los materiales utilizados en el órgano regulador, que lo hacían demasiado sensible a los cambios de temperatura. En 1992, tras haber producido cerca de 3.000 ejemplares de su Ingenieur 500.000, IWC decidió retirarlo definitivamente de su catálogo.

Dos años después de esta vuelta a los orígenes, la firma de Schaffhausen volvió a la innovación con el lanzamiento del Ingenieur Meca-Quartz, un reloj deportivo que combinaba un movimiento de cuarzo —alimentado por una batería— y uno mecánico: el primero era responsable de la indicación horaria y de la alarma, mientras que el segundo actuaba sobre la función del cronógrafo. Así pues, en la esfera coincidían dos agujas de segundos: el pequeño segundero, que avanzaba cada segundo; y la trotadora central del cronógrafo, que realizaba ocho saltos por segundo. El mecanismo mixto que daba vida al modelo era el calibre 631 de Jaeger-LeCoultre. En la década de los 90, IWC Schaffhausen recurriría en múltiples ocasiones a los movimientos de la firma de Le Sentier para equipar a sus nuevas ediciones del Ingenieur. Sin duda, la más significativa incorporación a la familia durante este periodo fue la referencia 3521, cuyo calibre automático 889 le valió la certificación oficial de cronometría.

Modelo Ingenieur SL con caja de oro.

Modelo Ingenieur 500.000 a/m, 1989.

Cincuenta años del Ingenieur

En 2005 IWC Schaffhausen celebraba el 50º aniversario del Ingenieur, y quiso festejarlo por todo lo alto con el lanzamiento de una nueva generación del icónico reloj, que fue ligeramente rediseñado para adaptarlo a los gustos del cliente contemporáneo.

La caja de los nuevos Ingenieur conservaba la histórica forma de tonel creada por Genta, pero a la vez presentaba interesantes retoques estéticos, como la inclusión de un rebaje en el perímetro exterior del bisel o la interrupción de las asas en el lateral derecho del reloj para dejar a la vista un segmento pulido de la carrura.

Seguramente, los cambios más significativos se produjeron en la esfera, que adoptaba unos nuevos marcadores horarios de estética mucho más moderna. Las agujas de horas y minutos, por su parte, ganaban en anchura y adquirían dos suaves facetas en la cara superior. Igualmente novedosa era la aparición de un realce en el perímetro de la esfera que alojaba la minutería.

Esta nueva generación del Ingenieur se estrenó con tres modelos: un tres agujas automático de 42 mm (referencia 3227), un cronógrafo de 42,5 mm (referencia 3725) y un modelo femenino de 34 mm. Como elemento especialmente destacable, el 3227 incorporaba de nuevo un movimiento exclusivo de IWC Schaffhausen: el calibre 80110, con cuerda Pellaton y un sistema de absorción de choques integrado.

Modelo Ingenieur Automatic, creado en 2005 para celebrar el 50º aniversario del reloj.

Modelo Ingenieur Vintage Collection Automatic, de 2006, que recuperaba la forma el reloj original.

Colección consolidada

Tras este relanzamiento, la familia Ingenieur volvió a adquirir una posición preeminente dentro de la colección de IWC. En 2007, sin ir más lejos, la compañía de Schaffhausen causó sensación con el Big Ingenieur (referencia 5005), que lucía una imponente caja de acero inoxidable de 45,5 mm, dotada por primera vez de protectores de corona. El fondo transparente de cristal de zafiro antirreflejos (otra primicia en la colección) permitía admirar las evoluciones del gran calibre 51113, capaz de garantizar hasta 7 días de reserva de marcha.

Un año más tarde, IWC introdujo dos nuevas —y más lujosas— versiones del Big Ingenieur: una con caja de platino y otra elaborada en oro rosa de 18 K. Sin embargo, la gran novedad de esa temporada fue el lanzamiento del Vintage Ingenieur Automatic 1955 (referencia 3233) en el marco de la Vintage Collection, creada para conmemorar el 140º aniversario de la marca. Más allá de su diámetro de 42,50 mm y de la presencia de un cristal de zafiro en el fondo, el modelo recreaba con bastante fidelidad la estética del Ingenieur original, aunque no sus prestaciones técnicas, ya que carecía de propiedades antimagnéticas.

En 2009, IWC Schaffhausen presentó el robusto Ingenieur Automatic Mission Earth, un modelo para aventureros dotado de una caja de 46 mm (medio milímetro más grande que la del Big Ingenieur) que, esta vez sí, incorporaba una jaula interior de hierro dulce para proteger el calibre 80110 de campos magnéticos hasta 80.000 a/m. La esfera mantenía la estética de los modelos creados a partir de 2005 excepto por pequeños detalles como la decoración a base de “I” de la zona central.

Este fue precisamente el modelo elegido para la Edición Especial que la firma creó para conmemorar la expedición científica Plastiki, un proyecto de la organización Adventure Ecology que tenía como objetivo denunciar el abuso de los plásticos en la sociedad actual.

Modelo Ingenieur Constant-Force Tourbillon en oro rosa y cerámica, de 2015.

El año del Ingenieur

En 2013, IWC Schaffhausen presentó en el Salón Internacional de la Alta Relojería una colección Ingenieur totalmente remodelada, cuyas piezas se inspiraban en el mundo de la Fórmula 1 para honrar el acuerdo de colaboración con el equipo Mercedes AMG Petronas.

Formada por nueve modelos, englobados en las familias Technology, Racing y Heritage, la nueva colección Ingenieur incorporaba materiales de última generación y ofrecía una gran variedad de complicaciones, como el calendario perpetuo, el cronógrafo o la indicación de un segundo huso horario.

Entre las novedades de ese año brillaban con luz propia el Ingenieur Constant-Force Tourbillon (referencia 5900) y el Ingenieur Automatic AMG Black Series Ceramic (referencia 3225), ambos, de la familia Technology. El primero era un espectacular guardatiempo de 46 mm con caja de platino y cerámica, equipado con un movimiento de manufactura —el calibre 94800— regulado por un tourbillon y dotado de un sistema de fuerza constante. El segundo estaba dedicado a una línea de automóviles de Mercedes AMG y se caracterizaba por la imagen extremadamente deportiva de su caja cerámica (con un bisel de nuevo diseño, fijado por cinco tornillos perfectamente visibles) y su correa de caucho y nylon.

Para los amantes del Ingenieur más puro, el modelo Automatic (referencia 3239) mantenía las funciones originales, así como una estética que recordaba a algunas de las referencias anteriores del reloj. Su caja tenía un diámetro de 40 mm y era resistente a los campos magnéticos hasta 40.000 a/m, un detalle del cual carecían sus compañeros de colección.

La voluntad de enriquecer la colección con nuevas fuentes de inspiración volvió a hacerse evidente en 2016 con el lanzamiento de tres ediciones especiales dedicadas a la competición de vehículos históricos Goodwood Members’ Meeting, de la cual IWC es cronometradora oficial. Tal como había hecho seis años antes, la firma de Schaffhausen recuperó la caja redonda de los primeros Ingenieur, pero en esta ocasión la utilizó para alojar el movimiento de manufactura 69370, que dotaba a los relojes de la función de cronógrafo.

Estas tres ediciones especiales eran un preludio de la colección que presentaría la marca exactamente un año más tarde: una serie de cuatro modelos con caja redonda, equipados con distintos movimientos de manufactura de la marca. Concretamente, se trataba de un tres agujas automático, dos cronógrafos y un calendario perpetuo con indicación digital del día de la fecha y el mes.

La piedra angular de esta nueva familia de Ingenieur era el modelo simplemente denominado Automatic, que de nuevo recuperaba el espíritu y la imagen de los modelos pre Genta. Disponible en distintos materiales, la caja presentaba un contenido diámetro de 40 mm, mientras que la esfera, decorada con un satinado soleado, recuperaba el carácter eminentemente clásico del modelo original. La presencia del logotipo moderno de la marca (así como la ausencia del clásico logotipo “Ingenieur”) revelaba, sin embargo, que no se trataba de una recreación histórica sino simplemente de un reloj de inspiración vintage.

En el otro extremo, el Ingenieur Chronograph Sport —edición limitada a 500 ejemplares— tenía un carácter mucho más deportivo gracias a su contundente caja de titanio de 44,3 mm, dotada de unos discretos protectores de la corona. Esta referencia 3809 recuperaba uno de los elementos distintivos de la colección: la caja interior de hierro dulce, que en este caso se encargaba de mantener a salvo de los campos magnéticos el calibre automático 89361. Para reforzar visualmente este detalle, la segundera horaria adquiría una original forma de rayo que remitía al histórico logotipo del Ingenieur.

Modelo Ingenieur Automatic AMG Black Series Ceramic, 2013.

Modelo Ingenieur Chronograph Sport, 2017.

De herramienta a reloj polivalente

Creado en 1955 como herramienta profesional, el Ingenieur ha evolucionado a lo largo de las décadas hasta convertirse en una colección polivalente, capaz de ofrecer desde el modelo más clásico al más deportivo. Ya sea con la caja redonda original o con el diseño de Genta, este reloj ya forma parte de la iconografía de la alta relojería, y hoy es uno de los puntales de la marca de Schaffhausen, por lo que presumiblemente los amantes de los guardatiempos podrán seguir disfrutando de él durante muchos más años.

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