JUNGHANS MAX BILL CHRONOSCOPE 100 J. BAUHAUS

Hace exactamente 100 años que el diseñador y arquitecto Walter Gropius fundó en Weimar la Staatliche Bauhaus —más conocida simplemente como “Bauhaus”—, una escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte que, a pesar de funcionar solamente hasta 1933, tuvo una influencia decisiva en la configuración del diseño industrial alemán del siglo XX.
Muy influenciada por el funcionalismo de la escuela Bauhaus, la firma relojera germana Junghans ha querido rendirle homenaje con el lanzamiento de dos modelos de su icónica colección max bill, realizados en oro blanco: el Chronoscope, con función de cronógrafo, y el Handaufzug, de cuerda manual.

La elección del reloj no es casual: el arquitecto, diseñador y artista suizo Max Bill, antiguo alumno de la Bauhaus de Dessau, no solo era el autor —junto a sus pupilos de la Hochschule für Gestaltung de Ulm— del célebre reloj de cocina lanzado por Junghans en 1956, sino que estuvo detrás de buena parte de los relojes de pulsera que la firma creó a partir de 1961, origen e inspiración de la colección que hoy lleva su nombre.

El max bill Chronoscope no es obra del diseñador suizo, pero sí que presenta todos los rasgos distintivos de la Bauhaus y el funcionalismo alemán, concentrados en el famoso lema: “la forma sigue a la función”.

La caja, que por primera vez en este modelo es de oro blanco de 18 K, tiene un contenido diámetro de 40 mm y se caracteriza por sus líneas puras y geométricas. El bisel es un finísimo anillo, destinado a fijar el cristal de zafiro —tratado con un revestimiento antirreflejos— que protege la esfera. La carrura es perfectamente redonda y aloja unas discretas asas de líneas rectas. La corona, parcialmente integrada en el lateral de la carrura, es cilíndrica y presenta unas ranuras que facilitan su manejo, mientras que los dos pulsadores del cronógrafo tienen una clásica forma de seta. El fondo atornillado del reloj es un gran homenaje a la Bauhaus, puesto que reproduce su célebre sede de Dessau, con su puerta roja, el nombre de la escuela escrito con grandes caracteres en la pared lateral y los grandes ventanales que ocupan toda la fachada principal del edificio. Como detalle, la superficie ocupada por dichos ventanales es transparente, de modo que permite admirar parcialmente el calibre automático que da vida al reloj.

La esfera es blanca, como las paredes del edificio de Dessau, y se caracteriza por su carácter pulcro y diáfano. Los índices horarios son unas finas líneas negras en calco que llegan hasta el mismo extremo de la esfera e incorporan, en el caso de las horas cardinales, un punto de Super-LumiNova (excepto a las doce horas, donde el índice correspondiente está flanqueado por dos puntos luminiscentes). Los índices de minutos, por su parte, tienen el mismo formato pero son significativamente más cortos y no llegan al borde exterior de la esfera. Los dos contadores del cronógrafo, relativos a la totalización de 30 minutos (a las doce) y 12 horas (a las seis), carecen de bisel alguno y solo están delimitados por los índices —también de dos tamaños—, que reproducen la estética de las escalas de horas y minutos. Para diferenciar fácilmente ambos contadores sin tener que contar los índices que contienen, incorporan, respectivamente, las leyendas “12 M” y “30 M”, en vertical. Situada a las tres horas, la ventana de fecha deja a la vista el disco que gira bajo la esfera, con el fondo blanco y los numerales en rojo, como la puerta del edificio que sirve de fuente de inspiración. Esta misma combinación cromática se ha utilizado en la grafía que podemos leer a las nueve horas, y que nos recuerda la marca y el nombre de la colección. En línea con el diseño general de la esfera, las agujas de horas y minutos son unos simples bastones —eso sí, acabados en punta y revestidos de material luminiscente en la franja central—, mientras que el segundero es un fino estilete. Completa la imagen del reloj una elegante correa de piel de becerro negra pulida, con un cierre de hebilla elaborado en oro blanco de 18 quilates.

Equipado con el calibre automático J880.2 (base ETA 7750), que le proporciona una reserva de marcha de 48 horas, el max bill Chronoscope 100 J. Bauhaus se comercializa en una edición especial, limitada a solo 100 ejemplares, uno por cada año de historia de esta importante escuela de arte y diseño.

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