La nueva trilogía de relojes Louis Vuitton Escale traza el viaje de Louis Vuitton a través de los reinos de la artesanía.

Antecesores de los museos actuales, los gabinetes de curiosidades o cuartos de maravillas eran muebles o habitaciones donde se exponía todo tipo de objetos exóticos y curiosos, adquiridos en los rincones más recónditos del planeta. Louis Vuitton recupera su espíritu con la trilogia Escale “Gabinete de las maravillas”, formada por tres extraordinarios modelos en edición limitada que combinan múltiples técnicas decorativas tradicionales de carácter artesanal.

Para su creación, los diseñadores de la casa parisina se han inspirado en unas antiguas “tsubas” –las guarniciones de las antiguas catanas japonesas, que generalmente presentaban motivos decorativos–, pertenecientes a la colección particular de Gaston-Louis Vuitton, miembro de la tercera generación de la familia fundadora de Louis Vuitton y director de Maison entre 1907 y 1970, cuyo amor por el arte y la artesanía influenció decisivamente la identidad de la marca.

El tríptico “Gabinete de Maravillas” sirve, además, para estrenar el rediseño de la caja Escale, que sigue los pasos del Tambour. Aun manteniendo la pureza del círculo perfecto, la caja incorpora ciertas modificaciones, como un bisel pulido más curvado que abraza un cristal de zafiro ligeramente abombado. El lateral satinado de la carrura acoge unas asas que recuerdan los soportes metálicos de los baúles de la Maison, así como una corona de nuevo diseño, adornada con una piedra (la correspondiente al monograma Gaston-Louis Vuitton de cada esfera).

El jardín de la tranquilidad

El primero de los modelos está elaborado en oro blanco y presenta una relajante escena con dos carpas nadando en un arroyo de aguas cristalinas, sobre un lecho formado por guijarros de colores. Para elaborar esta esfera han sido necesarias más de 150 horas de trabajo manual. Sin ir más lejos, las carpas, esculpidas en oro blanco, tienen todos los detalles, desde las escamas a los bigotes, grabados a mano. Mediante horneado, se les añade una fina capa de óxido, que acentúa el efecto tridimensional del conjunto; una capa que posteriormente el grabador eliminará en algunos puntos para que las escamas recuperen el brillo iridiscente del metal. Del toque final se encarga el pintor de miniaturas, encargado de recubrirlas con una capa de laca translúcida. Los guijarros son de cuarzo ahumado, de cristal de roca o están formados por un engaste de diamantes que evoca el efecto centelleante de la luz del sol en el agua. Algunos de los guijarros azules de cristal de roca están superpuestos a un disco de nácar grabado con las célebres flores Monogram, símbolo de la Maison. Las ondulaciones del agua se han grabado a mano en el fondo de la esfera, de oro blanco. Finalmente, a las seis horas se ha incorporado un medallón de oro blanco con el monograma personal de Gaston-Louis Vuitton, también esculpido en oro, con acabados en contraste y engastado con ónix negro.

Hacia el bosque salvaje

La escena del segundo de los relojes de la serie tiene lugar en un frondoso bosque de bambú, donde una serpiente reticulada abre la boca en actitud amenazadora, como intentando morder el disco flotante de oro y jade nefrita que aloja el monograma de Gaston-Louis Vuitton. El bosque de bambú está formado por 367 piezas de pergamino madera –hasta cuatro tipos diferentes– y paja, cuidadosamente ensamblada a mano utilizando técnicas de marquetería para representar 14 tonos distintos de verde. La serpiente, por su parte, combina la microescultura, el grabado y el esmaltado “champlevé”: tanto la cabeza como las escamas están hechas a partir de celdas vaciadas esculpidas sobre la superficie de oro blanco, posteriormente rellenadas de esmalte verde y azul. Como detalle, las escamas superiores incorporan la inevitable flor Monogram de la marca. El esmaltado “champlevé” también ha servido para decorar la zona superior derecha de la esfera, donde aparece un ramillete de hojas de bambú. El modelo “Hacia el bosque salvaje” también cuenta con una caja de oro blanco, cuyo bisel también ha sido grabado con un motivo de hojas de bambú.

Esplendor en el cielo

El tríptico “Escale Gabinete de Maravillas” se completa con el modelo “Esplendor en el cielo”, elaborado en oro rosa. Su esfera representa un dragón asiático sosteniendo el monograma de Gaston-Louis Vuitton, esta vez, realizado en oro rosa y coralina. Para esta esfera se ha utilizado una rarísima técnica denominada damasquinado, una forma de incrustación que utiliza metales de colores en contraste para imitar las texturas orgánicas de la naturaleza. El dragón está grabado y acabado con un contraste de superficies pulidas y satinadas. Una retícula con esmalte negro forma las escamas en la zona más próxima a la cabeza, mientras que las de la zona inferior se han logrado con la técnica del esmalte “pailloné”, con la incrustación de pequeñas piezas de pan de oro –en este caso, con la forma de la flor Monogram– entre capas de esmalte.

Los tres modelos que conforman “Escale Gabinete de Maravillas” ofrecen una sencilla indicación de horas y minutos mediante dos agujas centrales de nuevo diseño (ahora tienen forma de lanza), gracias a las evoluciones del calibre de manufactura LFT023, certificado como cronómetro. Todos ellos cuentan, además, con sendas correas de piel de becerro trenzadas a mano a imagen de las empuñaduras de cuero de las catanas. Louis Vuitton comercializará 20 únicos ejemplares de cada modelo.