NOMOS GLASHÜTTE: INDEPENDENCIA CON ESTILO PROPIO
Nomos Glashütte alcanza este año la mayoría de edad y estos 18 años han dado mucho juego pues le han proporcionado a la marca germana muchas alegrías, especialmente en el mundo del diseño, pues ha logrado más de 140 premios, como el iF Design Award que ha conseguido siete años de forma consecutiva, el último en su edición de 2018; ha desarrollado 11 calibres propios, e incluso tiene su escape propio; además, ha sido reconocida por la calidad-precio de sus relojes.
En 1990, Roland Schwertner fundó la firma Nomos Glashütte en la cuna de relojería alemana, Glashütte.
Glashütte está ubicada al sur de la Baja Sajonia, es una localidad que no supera los 7.000 habitantes y disfruta de unos paisajes de ensueño.
En este enclave se encuentra la manufactura de Nomos Glashütte, donde se fabrica el mayor número de relojes mecánicos de Alemania entre los 1.000 y 4.000 euros.
En esta imagen vemos el taller de complicaciones de Nomos Glashütte.
Su fundador todavía sigue en activo y juega un papel destacado al frente del Departamento de Ventas. Completan el equipo directivo, Uwe Ahrendt, director ejecutivo de la empresa relojera.
Judith Borowski es la responsable de las campañas de publicidad y diseño.
La calidad se cuida hasta en el más mínimo detalle por lo que el control es riguroso y exquisito.
La plantilla de la Nomos Glashütte está formada por unos 300 trabajadores, y prácticamente la totalidad –unos 260- trabajan en el cuartel general de la marca en Glashütte. El resto desempeñan sus funciones en Nueva York y Berlín.
Aunque los últimos años han sido duros para la relojería suiza, Nomos Glashütte ha sorteado estos momentos de incertidumbre y crisis y no ha parado de crecer. Su demanda internacional ha crecido y ya está presente en más de 50 países y tiene previsto desembarcar ya en Estados Unidos, el segundo mercado de la industria relojera.
Nomos Glashütte es el principal fabricante de relojes de Alemania y el líder de ventas de relojes mecánicos de su gama. A pesar del crecimiento de los últimos años, las previsiones para los próximos no es crecer más, sino seguir apostando por la gran calidad de los relojes que se han hecho famoso por su diseño y la excelente relación calidad-precio.
PALMARÉS CON MÁS DE 140 PREMIOS DE DISEÑO
El diseño es uno de los platos fuertes de los relojes de Nomos Glashütte. Cada año incorpora a su palmarés varios galardones. Berlinerblau es su estudio de diseño, donde nace y se desarrolla la creatividad de esta joven marca. Está ubicado en Berlín, a poco más de dos horas de Glashütte, y también aquí se crean sus campañas de diseño y publicidad.
Como parte de la Asociación Deutscher Werkbund, Nomos Glashütte sigue los dictados de las escuelas Bauhas y Ulm que impulsó. La vanguardia está en el ADN de unos relojes en los que se rinde además un culto supremo a la artesanía. La estética y la funcionalidad forman un todo compacto, una alianza indivisible con la modernidad, el diseño industrial alemán, el refinamiento y la calidad.
MECÁNICA ‘IN HOUSE’
Aunque el diseño es importante, pues es el que consigue que el flechazo sea inmediato, los amantes de los relojes valoran de forma extraordinaria el corazón del reloj, el alma mecánica que logra el milagro de medir cada fracción del tiempo con diminutas piezas. El ensamblaje se realiza completamente a mano.
Nomos Glashütte nació con vocación de manufactura y ya ha creado once calibres propios, el último ha sido el neomatik con fecha, el mecanismo DUW 6101,presentado en la última edición de Baselworld.
Otro de sus calibres estrella es el neomatik 3001, un mecanismo ultraplano de solo 3,2 mm de altura, un rara avis en el segmento de precio de la firma germana y un objetivo aspiracional para firmas de gran altura.
Si hay una fecha y un nombre que tiene un lugar de honor en la historia de Nomos Glashütte son 2014 y el Swing System.
Después de siete años de investigación y desarrollo y una inversión de más de 12 millones de euros, la joven firma alemana consiguió su total independencia pues creó su propio escape que fabricaba en serie. “Alcanzar este logro fue casi como poner un pie en la Luna”, aseguró en su momento Uwe Ahrendt a un famoso periódico alemán. No solo logró su independencia sino que rompió el monopolio suizo y es de las pocas firmas, todavía hoy, capaz de crear esta pieza estratégica del reloj, el auténtico corazón.
La constante investigación le ha proporcionado destacadas patentes, algunas relativas al mecanismo de fecha o al indicador de reserva de marcha.
La inscripción NOMOS Glashütte Deutsche Uhrenwerke (relojería alemana Nomos Glashütte) que lucen sus relojes habla de la gran calidad de los guardatiempos, de la tradición de la atención al detalle. Su espíritu de superación le lleva a ir más allá, a sobrepasar incluso los criterios exigidos para contar con la denominación de origen Glashütte, que solo es concedida si el 50 por ciento del calibre es producido en este rincón de Alemania. En Nomos Glashütte el 95 por ciento de las piezas de los mecanismos son elaborados en su lugar de nacimiento.
14 FAMILIAS
El catálogo de Nomos Glashütte está formado por unos 100 modelos agrupados en 14 colecciones o familias: Tangente, Metro, Ludwig, Orion, Tetra, Minimatik, Club, Ahoi, Aqua Tangomat, Zürich, Autobahn, Lux y Lambda. En la imagen, la colección de relojes cuadrados Tetra.
Autobahn es una de las novedades del año. Los relojes están equipados con el calibre neomatik fecha, también conocido como DUW 6101.
Todos son relojes mecánicos y fundamentalmente son modelos de acero con unos precios que rondan entre los 1.080 y los 4.000 euros. También hay versiones en oro blanco o rosa, con un precio algo superior.
El diseño es minimalista, claro, desenfadado, juvenil, sencillo y muy funcional. Con caja redonda o cuadrada e incluso tonneau; con diferentes funciones –horas, minutos o segundos; también con indicación de reserva de marcha, y también con hora universal-.
Nomos Glashütte ha creado su propia identidad estética, su estilo diferenciador y personal para hombres y mujeres que buscan desmarcarse de lo habitual y apuestan por la calidad a un precio irresistible.
Por Purificación Álamo