Pasamos el testigo

Daniel Nicols
www.nicols.es 

H

oy me encuentro en el AVE rumbo a Madrid, lleno de gratitud y emoción. Tras 50 números y más de 8 años de escribir esta columna para la revista “Máquinas del Tiempo”, me complace anunciar el cierre de esta etapa y de esta columna con un corazón lleno de alegría. Ha sido un viaje increíble en el que no solo compartí mi pasión por la relojería, sino que también aprendí y crecí enormemente. Pero ha llegado el momento de dar paso a otros integrantes de nuestra amada industria para que puedan compartir sus opiniones y puntos de vista con nosotros.

Me he divertido muchísimo escribiendo esta columna y he disfrutado cada momento de ello. Explorar el mundo de la relojería, compartir mis pensamientos y conocer a tantos apasionados lectores ha sido una experiencia maravillosa. Cada comentario, cada pregunta y cada muestra de apoyo a lo largo de estos años ha sido invaluable para mí. No puedo expresar cuánto valoro el tiempo que compartieron conmigo, su bien más preciado.

Quiero agradecer a la revista “Máquinas del Tiempo”, en especial a Juan Antonio y Josep, por brindarme la oportunidad de ser parte de esta comunidad de amantes de los guardianes del tiempo. Ha sido un honor formar parte de este proyecto y compartir mi pasión por la relojería con todos ustedes.

Mi gratitud se extiende a los coleccionistas, compradores, directores, representantes y a todas las generaciones que han hecho posible esta maravillosa industria. La relojería no sería lo que es hoy sin su entusiasmo y dedicación. A todas las marcas, desde las icónicas como Rolex, Audemars Piguet y Patek Philippe, hasta las innovadoras como Omega, Swatch, Seiko, Breitling y TAG Heuer, a los grupos Swatch, LVMH y Richemont, así como a los distribuidores independientes como Geresa, Ibelujo, BTM y TimeQuarz, les agradezco su contribución a esta industria. Aunque mis críticas a veces hayan podido sentirse como personales, siempre estuvieron destinadas a reconocer errores, promover mejoras y buscar la excelencia.

En nuestro viaje por los guardianes del tiempo, ofrecí mis puntos de vista y opiniones más sinceras, ya sea que el tiempo las haya demostrado acertadas o equivocadas, ha sido una oportunidad para crecer y mejorar. La relojería es un mundo complejo y en constante evolución, y siempre nos sorprende de manera hermosa.

Quiero expresar mi reconocimiento y agradecimiento a mi familia y a mi equipo por su inquebrantable apoyo. Han sido un pilar fundamental en esta travesía, y por eso les estoy eternamente agradecido. He aprendido mucho a lo largo de estos años y me lo he pasado genial escribiendo cada artículo, compartiendo mi amor por la relojería y explorando las maravillas de este mundo fascinante. Cada artículo, cada comentario y cada interacción con ustedes me han enriquecido y me han recordado constantemente por qué me apasiona tanto esta industria.

Como despedida, me complace anunciar que en la revista “Máquinas del Tiempo” se abre un nuevo espacio para que otros entusiastas de la relojería compartan sus perspectivas. Espero que encuentren inspiración en sus voces únicas y apasionadas. Tengo muchas ganas de leerlas.

Si, después de tanto tiempo, desean seguir conectados, pueden encontrarme en YouTube bajo el nombre “Dani Nicols” o en Instagram como “Daniel Nicols”. Seguiré compartiendo mi amor por la relojería de una manera más personal y sin limitaciones.

En resumen, esto no es un adiós sino un hasta luego. La relojería y “Máquinas del Tiempo” siempre ocuparán un lugar especial en mi corazón y, quién sabe, tal vez nuestros caminos se crucen nuevamente en el futuro. Les envío a todos mucha luz, amor y bendiciones en sus trayectos, porque la suerte siempre llega después de la ilusión y el trabajo duro. 

¡Larga vida a la Relojería! 

Comentarios y sugerencias: club@maquinasdeltiempo.com

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