PATEK PHILIPPE CALENDARIO SEMANAL CALATRAVA 5212A-001

CUANDO EL DÍA NO ES SUFICIENTE

Por Ernest Valls

La firma ginebrina presentó, en la edición de 2019 de Baselworld, una nueva complicación que pasa a incrementar los modelos de su icónica colección Calatrava: un calendario semanal con caja de acero y cinco agujas centrales.

Calendario y Calatrava no son palabras nuevas en el vocabulario de Patek Philippe: en 1925 realiza el primer reloj de muñeca con la función de calendario perpetuo y en 1932 nace la saga Calatrava.

La firma ginebrina domina a la perfección la compleja técnica de mostrar toda la información del día en el que estamos sin necesidad de ajuste alguno. En este caso, ha incorporado la información de la semana del año a una tradicional indicación de la fecha y del día de la semana; una información poco habitual en un reloj, si bien se utiliza de forma frecuente en círculos financieros y económicos, especialmente en aquellos de carácter internacional, en los que las semanas son el hito temporal utilizado habitualmente. Patek Philippe ha adoptado el lunes como primer día de la semana, tal como se establece en la norma internacional ISO 8601, que data de 1988 y versa sobre “Elementos de datos y formatos intercambiables —Intercambio de información— Representación de fechas y horas”. Además, también establece que la primera semana del año es aquella que contiene el 4 de enero.

Calatrava. Salvo para los conocedores de la historia medieval española, a quienes nos recuerda la orden militar y religiosa cisterciense fundada en 1158 para defender la villa castellana del mismo nombre, cerca de la actual Ciudad Real, Calatrava es sinónimo de elegancia, tradición y clasicismo relojero. El primer Calatrava se presentó en 1932, en pleno auge del Art Déco, y su caja redonda marca un retorno a la sencillez poco habitual de la época en busca de la excelencia de las líneas. Si bien la sobriedad marcaba la pauta del diseño, la decoración del bisel con Clous de Paris le aportaba ese singular toque del momento. Desde entonces, la estética de los Calatrava define perfectamente los cánones de la elegancia y la tradición clásica suiza en los relojes masculinos.

Correa de piel marrón, con un cierre de hebijón en acero pulido.

Detalle de una de las asas de la caja de acero, íntegramente pulida a mano. 

Singular caja en acero

Las líneas de la caja de este nuevo calendario semanal hacen honor a la colección a la que pertenece y se enmarcan en lo que representa la esencia relojera de la tradición suiza. La caja, inspirada en una pieza única de 1955, la referencia 2512 sólo hora, tiene una construcción clásica de tres cuerpos: bisel, carrura y fondo. Su elaboración se ha realizado mediante la técnica del estampado en frío y presenta un acabado pulido espejo realizado íntegramente a mano, aspecto que supone una complejidad añadida debido a la cantidad de superficies que componen la caja. Es la única pieza de la actual colección Calatrava realizada en acero, un material poco habitual en Patek Philippe, si bien la firma ginebrina es una de las marcas de alta relojería que mejor partido ha sabido sacar de él. El diámetro, de 40 milímetros, flirtea con ese límite no escrito entre los cánones clásicos de la elegancia y los tamaños más generosos de los modelos contemporáneos. El grosor, de apenas 11,18 milímetros, es reducido para un reloj de carga automática con complicación de calendario añadida.

El bisel presenta dos zonas perfectamente diferenciadas: la zona exterior de unión con la carrura y la transición hacia el interior, punto de unión con el cristal. La zona de mayor diámetro tiene una forma redondeada, como si de un anillo se tratara, a partir de la cual se adentra hacia el interior para buscar la carrura. Por la otra parte se desliza en suave pendiente, liso y plano, para buscar el cristal que cubre la esfera. El cristal es de zafiro, suavemente abombado y con un ligero relieve. La carrura ofrece un contorno combado y unas asas inclinadas decoradas con una doble moldura, detalle que le otorga un aire vintage que recuerda levemente al Art Déco. En el lateral de las nueve horas se aprecian los botones de corrección de las indicaciones del calendario, a ras con la superficie. En el lateral de las tres horas, un rebaje en la superficie sirve para que la corona ajuste en perfecta armonía con el conjunto. La corona, con un contorno estriado, presenta un frontal ligeramente abombado que aloja la cruz de Calatrava, símbolo inequívoco de la firma ginebrina, en relieve. El fondo, a presión, es apenas un aro plano sin ninguna inscripción, con un cristal de zafiro transparente en su zona central que permite ver el magnífico calibre. La impermeabilidad del conjunto de la caja está catalogada en 30 metros, es decir, tres atmósferas de presión.

Imagen lateral del reloj, donde se aprecia la forma abombada de la carrura y la complejidad de las asas, así como la cruz de Calatrava que decora la corona.

Esfera opalina plateada

Destaca sobremanera la tipografía utilizada para los numerales, los nombres de los meses y los días de la semana de este calendario semanal de Patek Philippe. Se trata de una reproducción de una escritura manuscrita elaborada por uno de los diseñadores de la manufactura específicamente para este modelo. La tipografía está cuidadosamente calcada en negro y recuerda a una pulcra anotación en una agenda de papel. Otro guiño al estilo vintage que ofrece este singular guardatiempo.

La gran cantidad de caracteres impresos en la esfera no es un problema para lograr una perfecta legibilidad, nitidez y limpieza del conjunto. Ello se debe a un cuidado y elaborado diseño que concentra en el exterior de la esfera la gran mayoría de números y letras. En la zona más exterior se muestra un primer aro con los nombres de los meses, seguidos de los numerales de las semanas impares. Los numerales de las semanas pares se han sustituido por unos puntos de generoso tamaño, atravesados por unas líneas que enmarcan los numerales impares. Tras estos dos aros encontramos los índices horarios, aplicados, y una minutería tipo botón, impresa. Los índices están realizados en oro blanco ennegrecido. Son de tipo bastón, biselados en cuatro caras, y tienen el extremo interior acabado en punta. Tras los índices, ya en plena zona central, un último círculo encuadra los días de la semana.

Otra particularidad de este modelo consiste en la disposición de cinco agujas centrales para todas las indicaciones salvo la fecha. Esta se muestra de manera tradicional, mediante una sencilla abertura rectangular por la que asoma un disco de color blanco sobre el que se han impreso en negro los numerales de los días, con la misma tipografía utilizada en la esfera.

Las agujas de horas y minutos son de tipo Dauphine y están realizadas en oro blanco ennegrecido. La de los segundos es un fino estilete, rematado por un contrapeso en forma de espada. Está realizada en pfinodal, una aleación con base de cobre, y rodiada en negro, a juego con las agujas horarias. Tanto la aguja que marca el día de la semana como la que marca la semana del año y, a su vez, el mes, tienen forma de taco de polo con el extremo pintado en rojo. Ambas están realizadas en pfinodal y han sido rodiadas de color negro.

La esfera del reloj, con las diferentes indicaciones organizadas concéntricamente.

Nueva función, nuevo calibre

En el interior de este calendario semanal late el singular calibre 26-330 SC J SE de Patek Philippe. La particular denominación del calibre base responde a su tamaño y funciones. “26”, por su diámetro de 26,6 milímetros, y “330” por su grosor de 3,3 milímetros (a los que hay que añadir 1,52 milímetros del sistema de calendario). Las siglas responden a sus funciones: “SC” por el segundero central, “J” por la indicación del día de la semana —del francés “jour”— y, finalmente, “SE” por la indicación de la semana —“semaine”, en francés—.

La manufactura ginebrina ha desarrollado un mecanismo para la función del calendario semanal que está semiintegrado al calibre horario, basado en el calibre de carga automática 324. El sistema del calendario semanal tiene un grosor de 1,52 milímetros y está compuesto por 92 piezas. Una estrella de siete brazos dispuesta en la rueda de las horas, en el centro del movimiento, es la encargada de gestionar la aguja de los días de la semana. Una segunda rueda, también de siete brazos —con el relativo al domingo, más largo—, acciona a través de una báscula la rueda de las semanas, que cuenta con 53 dientes. De esta forma puede mostrar aquellos años que tienen una semana adicional a las 52 habituales, algo que ocurre cada cinco o seis años y que pasará el próximo 2020. Los cambios de indicaciones del calendario se producen de manera semiinstantánea, con saltos ligeramente desfasados. Con ello se consigue eliminar los picos de consumo energético que serían necesarios en el caso de que los cambios se produjeran de manera instantánea.

La corrección del día de la semana y de la semana del año se realiza mediante sendos pulsadores situados en la carrura, colocados a las ocho horas y a las diez horas, respectivamente. La fecha se ajusta de forma tradicional, mediante la corona extraída a la posición intermedia. El 26-330 cuenta con sistemas de seguridad que permiten al usuario realizar las correcciones que sean necesarias a cualquier hora del día o de la noche sin riesgo de que se pueda dañar el movimiento.

Nuevo calibre 26-330 SC J SE, creado por Patek Philippe.

Las características técnicas del 26-330 son las mimas que las del 324: una frecuencia de oscilación del órgano regulador de 4 Hz, es decir, unas rápidas y modernas 28.800 alternancias por hora; una reserva de marcha entre 35 y 45 horas; un rotor central de carga unidireccional realizado en oro de 21 quilates; un volante tipo Gyromax con cabezas perdidas o masselottes, que permiten variar el momento de inercia del volante y actuar así sobre la marcha del reloj; y una espiral de oscilación libre tipo Spiromax, realizada en Silinvar —aleación con base de silicio patentada por Patek Philippe—, que incorpora una curva terminal propia y permite mantener un patrón de oscilación plano y concéntrico. De manera más particular, el 26-330 SC J SE se compone de un total de 304 piezas (212 del movimiento base y las 92 que integran el mecanismo semanal semiintegrado) y está dotado de un total de 50 rubíes.

El 26-330 cuenta con varias innovaciones y optimizaciones que representan una vuelta de tuerca a los estándares de excelencia y fiabilidad a los que nos tiene acostumbrados la firma ginebrina. Una de ellas consiste en una nueva solución para el arrastre del piñón de la rueda de los segundos y, por tanto, del segundero central del reloj. La solución pasa por una nueva geometría de la rueda que permite un arrastre sin riesgo de vibración en la aguja de los segundos y sin que sea preciso ningún ajuste adicional. Por otra parte, el sistema de carga automática también se ha revisado y perfeccionado en su totalidad. Además de una modificación evidente a simple vista, como son los recortes redondeados del rotor central, se han sustituido algunas piezas que provocan rozamiento y requieren ajustes por componentes de última generación que permiten incrementar las prestaciones y la fiabilidad del movimiento. Otra novedad que incorpora el 26-330 es su sistema de paro del segundero o, más exactamente, “stop volante”, que se activa de forma automática al extraer la corona a su última posición para el ajuste de horas y minutos. Gracias a este dispositivo se parará el segundero y se podrá realizar la corrección horaria con gran precisión. Al apretar la corona a su posición de reposo, el mecanismo dará un pequeño impulso al volante para volver a activarlo.

Calendario Semanal Calatrava 5212A-001

La referencia 5212A-001 se presenta con una correa de piel de vacuno de color marrón claro, cosida a mano, y con un cierre de hebilla en acero. Tiene un P.V.P. de 30.600 €, un precio competitivo si tenemos en cuenta la singularidad que representa un Calatrava con caja de acero, nueva función en un reloj con calendario, nuevo calibre con innovaciones técnicas en aras de conseguir mejor rendimiento y fiabilidad, y una estética equilibrada, limpia y sencilla, con ese toque vintage que se ha revalorizado hoy en día. Y es que, para Patek Philippe, el día no es suficiente.

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