PATEK PHILIPPE CRONÓGRAFO CALENDARIO PERPETUO REF. 5270R

Dos importantes complicaciones, el cronógrafo y el calendario perpetuo, convierten a la Referencia 5270R de Patek Philippe en un reloj excepcional. Es de hecho una de las joyas de la colección actual de la firma. Este reloj perpetuo consolida la elegancia individual del tiempo con un clasicismo puro trazado con la sutiliza del oro. El Cronógrafo Calendario Perpetuo Ref. 5270R remarca su individualidad con una caja en el aureo metal en su tonalidad rosada con la perfección de la forma redonda y el diámetro exacto para un reloj de estas características, 41 mm.

 Esta coraza de oro protege un movimiento mecánico de cuerda manual para que su propietario pueda disfrutar del placer de armar su propio tiempo. El calibre CH 29-535 PS Q es un mecanismo de cronógrafo de 30 minutos con calendario perpetuo e indicación de fases de luna y taquímetro.

La maquinaria está compuesta por 456 piezas y tiene 32 mm de diámetro y solo 7 mm de altura, a pesar de las complicaciones que ofrece y el número de componentes que la forman. Su corazón late a 28.800 revoluciones/hora y con el cronógrafo desactivado su reserva de marcha es de máximo 65 horas.

Este calibre de cuerda manual luce el Sello Patek Philippe, el referente particular de la manufactura ginebrina mucho más exigente que cualquier otro organismo independiente. Su autoexigencia y el compromiso con sus clientes impulsan al fabricante relojero suizo a extremar la vigilancia del trabajo en todas las fases de producción del reloj.

El Sello de Patek Philippe no solo testimonia el trabajo artesanal del mecanismo, sino de la totalidad del reloj: desde la caja, pasando por el calibre y cualquier elemento de la esfera, sin excluir índices, numerales ni agujas, brazaletes…, independientemente de las funciones o complicaciones.

Las esferas de Patek Philippe tienen un toque especial. Son de fabricación propia y llaman la atención por su espectacularidad. La del Cronógrafo Calendario Perpetuo Ref. 5270R es opalina plateada con los índices aplicados en oro. La escala taquimétrica no va grabada en el bisel, que le otorgaría un aspecto más deportivo al reloj, sino que delimita el contorno externo del dial integrándose con el minutero ferrocarril.

Las funciones del crono y del calendario perpetuo están distribuidas transmitiendo equilibrio y sobriedad. Bajo las 12 horas, presiden la esfera las dos ventanillas del día de la semana y el mes; a las 9 h se registran los pequeños segundos en un contador con las indicaciones transferidas y frente a él, a la altura de las 3 h, se van contabilizando hasta 30 minutos cronográficos. En la parte inferior encontramos la fecha alrededor de las fases de luna y flanqueando este dial redondo están el indicador día/noche a la izquierda y el de año bisiesto a la derecha.

La manufactura ginebrina Patek Philippe traza el paisaje del tiempo con la exquisitez de la precisión. Desde su fundación en 1839, su legado va in crescendo, como su leyenda. Domina el tiempo de principio a fin y su relatividad parece difuminarse. Las complicaciones son como un juego de niños para una manufactura independiente que tiene las manos libres para tomar decisiones y crear a su antojo y con su propio estilo. Hay una complicación que ha tenido siempre un papel predominante en esta casa familiar desde 1932 y es el cronógrafo. A veces en solitario o junto a otras grandes complicaciones, como con el calendario perpetuo de la Referencia 5270R, los medidores de las fracciones de tiempo de Patek Philippe son un codiado tesoro que desafía cualquier moda y se convierte en un objeto eterno que suscita tantas emociones que es un miembro más de la familia. “Nunca un Patek es del todo tuyo”, reza su eslogan más famoso, “Suyo es el placer de custodiarlo hasta la siguiente generación”.

Por Purificación Álamo