Patek Philippe
HORA UNIVERSAL 5330G-001
UN VIAJE ESTÉTICO Y TÉCNICO
Por Ernest Valls
Patek Philippe
HORA UNIVERSAL 5330G-001
UN VIAJE ESTÉTICO Y TÉCNICO
En junio de 2023, durante la elegante exposición “Watch Art” de Patek Philippe en Tokio, se desveló una innovadora edición limitada de un nuevo hora universal, que introducía por primera vez una indicación de fecha ajustada a la hora local. Ahora, en la reciente edición del “Watches & Wonders Geneva”, la prestigiosa Manufactura ginebrina lanza oficialmente este modelo como parte de su colección permanente, con refinamientos estéticos adicionales.
En el ambiente exclusivo del “Watches & Won- ders Geneva”, Patek Philippe desvela que la re- ferencia de hora universal presentada durante la exposición “Watch Art” de Tokio en junio del pasado año no fue sólo un sueño de una noche de verano –era una edición limitada de 300 ejemplares–, y pasa a consolidarse en la colección permanente de la manufactura. Esta nueva referencia no solo reafirma el legado de la firma en relojes con función de hora universal, sino que también pone en relieve la primi- cia mundial de la fecha –mediante una aguja de cristal mineral con paleta lacada en rojo– vinculada a la hora local seleccionada, una hazaña de precisión mecánica que permite al viajero global ajustar la hora y la fecha con una simplicidad y exactitud sin precedentes y, no menos importante, sin riesgo alguno para la integri- dad del delicado mecanismo que implica la función de hora universal.
El nuevo hora universal de Patek Philippe incorpora una indicación de la fecha tipo puntero, mediante una aguja de cristal mineral transparente, rematada con una paleta lacada en rojo, que proporciona una nítida lectura de la esfera.
EL INICIO DE TODO
David S. Landes explicaba detalladamente, en su in- fluyente obra “Revolución en el tiempo: el reloj y la formación del mundo moderno”, cómo la evolución de la relojería, y de paso su historia, ha estado íntima- mente ligada a transformaciones sociales y económi- cas a lo largo de los tiempos. Algunos ejemplos:
Durante el siglo XVIII, la mejora de los relojes ma- rinos, como el cronómetro de John Harrison, permitió calcular con precisión la longitud geográfica en el mar. Esto fue fundamental para la navegación oceánica y tuvo un impacto directo en la expansión colonial eu- ropea y el comercio mundial, al hacer posible viajes más seguros y eficientes.
La revolución industrial trajo consigo una necesi- dad aún mayor de medir el tiempo de manera pre- cisa. Los relojes empezaron a regular las jornadas laborales en las fábricas, estableciendo horarios fi- jos de entrada, salida y duración de las pausas. Este control del tiempo fue esencial para la eficiencia y la productividad industrial, así como para la disci- plina laboral. El reloj empezó a mudarse de las chimeneas palaciegas y los bolsillos de la aristocracia para trasladarse a los bolsillos de los trabajadores y la gente corriente.
La referencia 5330G-001 se presenta en caja de oro blanco de 40 milímetros de diámetro y una correa de piel de becerro con un acabado que simula la tela de los jeans que se denomina “denim”.
Sir Sandford Fleming, un ingeniero e inventor ca- nadiense, propuso el concepto de hora estándar global en la década de 1870. Fleming se dio cuenta de la nece- sidad de un sistema de zonas horarias estandarizado mientras trabajaba en horarios ferroviarios en Cana- dá, debido a la confusión y los errores frecuentes cau- sados por la multiplicidad de horarios locales basados en el tiempo solar de cada lugar. El problema, o la ne- cesidad, no era específica de Canadá, ya que, a finales del siglo XIX, las redes ferroviarias habían alcanzado un desarrollo extenso, con una cobertura amplia en la mayoría de los continentes habitados, incluyendo Áfri- ca, América del Sur y Asia. En 1876, Fleming presentó formalmente su idea de un sistema mundial de zonas horarias en una reunión de la Real Sociedad Geográ- fica de Canadá. Su propuesta inicial dividía el mundo en 24 zonas horarias, cada una, abarcando 15 grados de longitud, con un horario uniforme dentro de cada zona. El concepto de Fleming ganó apoyo gradualmente y se discutió en varios congresos internaciona- les, hasta que finalmente, en 1884, su idea fue uno de los temas centrales de la Conferencia Internacional del Meridiano en Washington, D.C. En esta conferencia se adoptó sistema de zonas horarias que Fleming había propuesto y se estableció el Meridiano de Greenwich como el meridiano de referencia. De nuevo la socie- dad le pasaba la pelota caliente a la relojería para que proporcionara un reloj capaz de determinar la hora en cualquiera de las zonas horarias establecidas.
La esfera, con una tonalidad azul-gris, presenta un guilloché con motivo carbono en la zona central. El disco de las horas, bicolor, permite diferenciar las horas diurnas (fondo gris y con el sol al mediocía) de las horas nocturnas (fondo azul con la luna a la medianoche).
La industria relojera se puso manos a la obra y hacia 1885 Emmanuel Cottier, especialista en relojes y autómatas afincado en Carouge, entre Ginebra y Plan-les-Ouates, presentó ante la Societé d’Arts gi- nebrina su concepto de “heures universelles”. Este primer intento no despertó mucho interés y no se materializó en un reloj funcional. Sin embargo, la idea dejó poso en el hogar familiar y muy probablemente su hijo Louis Cottier se inspiró en el concepto para desarrollar en 1931 un mecanismo que mostraba la hora local en el centro del reloj, con una maneci- lla convencional, mientras un anillo giratorio en el borde del dial tenía las 24 horas marcadas, represen- tando las 24 zonas horarias principales del mundo. Junto con este anillo giratorio, había otro anillo fijo con los nombres de las ciudades correspondientes a cada zona horaria.
Este innovador diseño fue adoptado y comerciali- zado por varias marcas prestigiosas de relojes, empe- zando por Patek Philippe, que en 1939 comercializaría la referencia 1415, el primer reloj de pulsera de hora mundial producido en serie. Este modelo fue notable no solo por su funcionalidad, sino también por su di- seño elegante, a menudo realzado con esferas de es- malte “cloisonné”.
El puente del protector de corona está realizado en Ti-CeramitechTM, en contraste con la palanca y la rosca de titanio.
LA NUEVA REFERENCIA 5330G-001
La nueva referencia presentada en el “Watches & Wonders Geneva” se diferencia, respecto a la de To- kio, que es la 5330G-010, básicamente en la estética y tonalidad de la esfera. El color ciruela de la edición limitada de Tokio se transforma en una tonalidad azul-gris opalina. La decoración de “guilloché” con un motivo ondulado pasa a un grabado con motivo carbono. Como es lógico, la referencia presentada en Tokio proporcionaba varios guiños al país anfitrión, como el color rojo (en alusión a la bandera japonesa) del nombre de la ciudad de Tokio del círculo que mar- caba la hora central del día en el disco de 24 horas. La referencia de la colección regular recupera el sol para indicar la hora central del día, y Tokio vuelve a tener la misma tonalidad que el resto de ciudades. Las agujas horarias de la referencia 5330G-001 son de oro blanco, facetadas, y tienen forma “dauphine”. Los índices ho- rarios, también de oro blanco y facetados, están apli- cados sobre la esfera. El color azul-gris de la esfera se repite en la correa de piel de becerro con un motivo “denim” (un acabado que simula la tela de los jeans), con costuras a mano de color blanco y provista de un cierre desplegable de oro blanco.
La caja no ha sufrido cambio alguno y mantiene intactas sus características. Realizada en oro blanco de 18 quilates con un acabado pulido a espejo, tiene un diámetro de 40 milímetros, un grosor de 11,57 y una estanqueidad de 30 metros, equivalentes a una presión de 3 atmósferas. La estructura constructiva de la caja responde a los tres cuerpos clásicos: bisel, carrura y fondo. El bisel, liso e inclinado, sirve para fijar el cristal de zafiro transparente que protege la esfera. La carrura, con unas características asas cur- vadas con doble moldura, ofrece un lateral liso y sua- vemente abombado. A la altura de las de las 10 horas, un pulsador permite seleccionar el huso horario de referencia. Embebido en la carrura, a las ocho horas, un botón permite ajustar de forma rápida la fecha. La corona tiene su contorno estriado y presenta dos po- siciones diferentes: en posición de reposo permite dar cuerda al reloj, y extraída permite la puesta en hora de las manecillas horarias centrales. En su frontal, como es habitual, se encuentra grabada en relieve la cruz de Calatrava, emblema que identifica los relojes de la ma- nufactura Patek Philippe. El fondo, a presión –como es habitual en no pocos modelos de la Maison gine- brina– incorpora un cristal de zafiro transparente que permite ver en su esplendor el movimiento de cuerda automática: el calibre extraplano 240 HU C.
La caja presenta la habitual construcción de tres cuerpos: bisel, carrura y fondo. La corona, con el contorno estriado, exhibe en su frontal la característica cruz de Calatrava. En el otro lado, el pulsador para el cambio de fecha local y el botón para el ajuste de la fecha.
FECHA SINCRONIZADA CON LA HORA LOCAL
El calibre 240 HU C está basado en el 240 HU extrapla- no de cuerda automática que desde el año 2000 equi- pa los relojes con hora universal de Patek Philippe sin funciones adicionales. La diferencia entre ambos cali- bres reside en que el 240 HU C muestra la indicación de la fecha. En otros relojes con hora universal e indicación de fecha, cuando el viajero cambia de huso ho- raria, debe ajustar, de manera independiente, el nuevo huso horario por un lado y la fecha por el otro. Patek Philippe pidió a sus ingenieros que vincularan mecá- nicamente la indicación de la fecha con la hora local sin que hubiese necesidad de ajuste alguno. Es decir, la fecha debía ajustarse automáticamente en los dos casos en que se requiere una modificación: al pasar la medianoche, cuando la fecha pasa al día siguiente, y al cruzar la línea de cambio de fecha de oeste a este (en medio del Pacífico), donde la fecha retrocede un día. Es precisamente lo que olvidó Phileas Fogg al dar su vuelta al mundo cuando viajó de Yokohama a San Francisco (oeste a este) y al llegar de nuevo a Londres creyó que había perdido la apuesta por un día.
El módulo de indicación de la fecha del calibre 240 HU C cuenta, por sí solo, con 70 componentes. La gestión de la fecha de la hora local está garantizada por un sistema central de diferencial patentado, provi- so de dos ruedas de engranaje de tipo estrella concén- tricas, en cuyo eje se sitúa la aguja de la fecha. Cuando la estrella de mayor tamaño y 62 dientes gira en senti- do horario, la aguja de la fecha avanza un día en senti- do horario. Cuando la estrella interior más pequeña y de 31 dientes gira en sentido horario, la aguja de la fe- cha retrocede un día en sentido antihorario. Si ambas estrellas giran simultáneamente en sentido horario, lo que implicaría que de manera simultánea la aguja de la fecha se moviera hacia delante y hacia atrás, el di- ferencial permite que la aguja se mantenga inmóvil.
Por ejemplo, en el sistema de husos horarios, Auc- kland (Nueva Zelanda) está avanzada 12 horas con respecto a la hora de Greenwich. Por lo tanto, es la primera zona horaria en pasar al día siguiente. Por su parte, el huso horario sobre el que se encuentra Midway está atrasado 11 horas con respecto al de Greenwich. Por lo tanto, es el último en pasar al día siguiente. Si se viaja al oeste, de Midway a Auckland, la fecha se deberá adelantar un día; y si se viaja de Auckland a Midway, la fecha se deberá atrasar un día. No obstante, este sistema presenta una particulari- dad: durante el periodo comprendido entre las 11:00 y las 12:00 en Londres, es entre las 00:00 y las 01:00 en Midway, y entre las 23:00 y las 00:00 en Auckland. Es decir, durante una hora, todo el planeta está en la mis- ma fecha. Gracias al diferencial patentado, el calibre 240 HU C respeta esta casuística y mantendrá inmó- vil la fecha, incluso si se selecciona otro huso horario. Sin este sistema, en la franja horaria donde la fecha es idéntica para todos los husos horarios, a medianoche, cuando se cruza la línea de cambio de fecha situada entre Auckland y Midway, el reloj enviaría dos infor- maciones contradictorias a la misma rueda: una para adelantar la fecha un día y otra para atrasarla un día, lo que bloquearía el movimiento.
El movimiento de carga automática calibre 240 HU C utiliza un minirotor para la carga del muelle real. El volante es de tipo Gyromax, con sus inconfundibles arandelas con una hendidura, y el espiral Spiromax, fabricado a base de silicio monocristalino Silinvar.
El calibre 240 HU C tiene un diámetro de 30,5 milí- metros y un grosor de 4,58. Lo forman 306 componen- tes e incorpora 37 rubíes. Tiene una reserva de marcha entre 38 y 48 horas. Utiliza un minirrotor de oro de 22 quilates, que carga el muelle real de manera uni- direccional. El conjunto volante/espiral late a 21.600 alternancias por hora, es decir, oscila a una frecuencia de 3 Hz. El volante es de tipo Gyromax, con sus ca- racterísticas arandelas con una hendidura para variar el momento de inercia del volante y, de esta manera, variar la marcha del reloj. El espiral es de tipo Spiro- max, fabricado a base de silicio monocristalino (Silin- var), mediante procedimiento de grabado profundo (DRIE). Tiene un desarrollo concéntrico gracias a la curva final Patek Philippe, que mejora el isocronismo.
Con la referencia 5330G-001, Patek Philippe no so- lo preserva su herencia, sino que la proyecta hacia el futuro con audacia y precisión. Este modelo es una verdadera fusión de tradición y tecnología, diseña- do para aquellos que valoran la artesanía exquisita y las funcionalidades avanzadas.
Más información en: Patek.com