ROLEX CELLINI MOONPHASE
Aunque el Oyster es toda una leyenda en la historia de Rolex desde su nacimiento en 1926, la renacida colección Cellini sigue haciéndose un hueco tras haber reconquistado el clasicismo con su caja redonda y unos códigos estéticos muy definidos.
Rolex es más conocida por sus relojes de estética más deportiva, pero Cellini está consiguiendo su propio estatus. Las líneas sobrias y refinadas de los relojes Cellini parecen llegadas directamente del Renacimiento italiano porque la firma tomó como ejemplo, y tomó también prestado, el apellido de uno de los artistas más reconocidos de la época, Benvenuto Cellini, orfebre y escultor de Papas.
Rolex recuperó en 2014 esta colección que en el pasado exploró diferentes formas. La renovada familia Cellini se identifica ahora con la forma redonda con doble bisel, uno pulido y otro estriado; asas redondeadas; un diámetro clásico de 39 mm y acabados lujosos.
Cellini rescata en parte el clasicismo de su origen, pero con la nueva arquitectura de las cajas Rolex establece un paralelismo con la monumentalidad más contemporánea. Son relojes clásicos que viven en su tiempo.
El Rolex Cellini Moonphase es una de las novedades que se incorporan este año a la familia. Y el primer impacto es visual por su cautivadora esfera lacada en blanco con la indicación de las fases de luna. Su estética es clásica, pero con connotaciones modernas.
Las fases de luna se indican en una subesferas ubicada a las 6 horas. Rolex ha escenificado el cielo nocturno estrellado con un disco esmaltado en azul en el que la luna llena está representada con un pequeño círculo con aplique de meteorito y la luna nueva está perfilada en color plata, como las estrellas. Las fases de la luna se señalan con un indicador a las 12 de este subdial.
El nuevo reloj Cellini Moonphase ofrece también la visualización de la hora en el contorno de la esfera mediante una aguja central en color azul terminada en media luna.
La caja del nuevo reloj Cellini Moonphase es en oro Everose de 18 quilates de un tamaño discreto y clásico, 39 mm, con doble bisel abombado y estriado. Su pulsera de piel de aligátor en color marrón con cierre desplegable Crownclasp, también en oro Everose, completa una estética en la que Rolex ha encontrado el equilibrio entre la elegancia tradicional y la contemporánea.
Calibre
El movimiento de cuerda automática, calibre 3195, ha sido manufacturado por Rolex e integra un módulo patentado para la complicación de las fases lunares con una precisión astronómica de 122 años.
Como los sus mecanismos de la firma tiene el certificado de Cronómetro Superlativo, según los nuevos criterios establecidos por la marca en 2015 que son más exigentes que organismos oficiales. Su precisión es de -2/+2 segundos al día, el doble que la que determina el COSC. Su reserva de marcha es de unas 48 horas y su frecuencia de 28.000 alternancias/hora.
Por Purificación Álamo
