Rolex

Oyster Perpetual GMT-Master II

Un viajero de oro

Por Ernest Valls

El GMT-Master II regresa al oro, que, junto a un disco Cerachrom de cerámica gris y negra, ofrece una combinación de colores original e inédita.

La historia está plagada de casos en los que las necesidades de cada época han provocado un avance en la relojería y en la manera de medir el tiempo. David S. Landes (1924-2013), historiador económico estadounidense, ofrece buena prueba de ello en su “Revolución en el tiempo: el reloj y la formación del mundo moderno”, publicado en 1983. En dicha obra nos explica como en la Europa medieval la llegada de los relojes de torre facilitó recordar a los feligreses las horas de oración; o bien que la exigencia de determinar la longitud (cuanto más o menos estás al este o al oeste), imprescindible para las travesías transatlánticas, trajo consigo el nacimiento de los cronómetros de marina en el siglo XVIII; o incluso que la revolución industrial, con su máxima “el tiempo es dinero”, provocó que los relojes de bolsillo no fueran sólo para nobles y burgueses, sino que también el trabajador precisara un reloj –asequible– para controlar los periodos de trabajo por los que percibía su salario. En definitiva, David S. Landes sostiene que en la medida en que la sociedad evoluciona también lo hace la relojería para ofrecer –y facilitar– soluciones a los nuevos tiempos.

Rolex presenta dos nuevas modalidades del Oyster Perpetual GMT-Master II, que suponen el regreso del oro amarillo de 18 quilates al modelo. La primera (izquierda) es en versión Rolesor amarillo (combinación de acero Oystersteel y oro amarillo), mientras que la segunda (derecha) está íntegramente fabricada en este metal precioso.

El nacimiento del GMT-Master es un claro ejemplo de ello. La necesidad de leer con facilidad dos husos horarios era obligada tras el auge de la aviación comercial de mediados del siglo XX. El GMT-Master, con una cuarta aguja y su bisel giratorio, fue una respuesta a tal necesidad y supuso el nacimiento, a su vez, de una nueva complicación relojera.

Posiblemente podemos situar el inicio de la historia a partir del Plan Marshall, que los Estados Unidos pusieron en marcha tras el final de la Segunda Guerra Mundial para ayudar a la Europa Occidental a resarcirse de la devastación provocada por la contienda. Europa y América se conectaban mediante vuelos intercontinentales y los pilotos precisaban de un instrumento que les permitiera consultar con comodidad la hora local y la hora de su lugar de origen, dados los diferentes husos horarios por los que pasaban. La hegemonía de los vuelos comerciales de la época estaba en manos de la Pan American World Airways, más conocida como la PanAm. Ante la necesidad de sus pilotos, la compañía aeronáutica hizo partícipe a la firma ginebrina Rolex de la necesidad de buscar un reloj que permitiera conocer la hora en dos husos horarios diferentes. Rolex, como no podía ser de otro modo, recogió el guante y en 1954 presentó su primer GMT-Master, con la referencia 6542. El GMT-Master incorporaba una cuarta aguja de 24 horas, que se movía sincronizada con la aguja horaria, y un bisel de 24 horas. El segundo huso horario se leía mediante el ajuste del bisel con la aguja de 24 horas. Es decir, para el ajuste del segundo huso horario no se precisaba ajustar las manecillas centrales; bastaba con girar el bisel y posicionar la aguja de 24 horas con el numeral del bisel. Desde entonces, el GMT-Master evoluciona con la incorporación de protectores de corona, nuevos materiales, variedad de esferas o brazaletes, hasta que en 1983 se presenta el GMT-Master II. La nueva referencia 16760 marcará un punto de inflexión en los modelos GMT: la aguja de 24 horas puede ajustarse de forma independiente de la aguja horaria. Esta singularidad permite que si, además hacemos uso del bisel giratorio, se puedan leer hasta tres husos horarios de manera simultánea.

La esfera, con su tonalidad negra lacada, forma parte de la tradicional y clásica iconografía de Rolex, así como la lente Cyclops con un aumento de 2,5X.

Durante la pasada edición del Watches & Wonders ginebrino, Rolex presentó dos nuevas versiones del GMT-Master II: una en Rolesor amarillo y otra en oro amarillo de 18 quilates; ambas, con un disco Cerachrom de cerámica gris y negra, una combinación de colores nunca vista.

Caja Oyster: robusta y fiable

Los nuevos modelos Oyster Perpetual GMT-Master II se visten bien con una caja de Rolesor amarillo o bien con una caja de oro amarillo de 18 quilates. La denominación Rolesor, la registró Rolex en 1933 para definir el encuentro de dos metales: uno noble y precioso; el otro, reputado por su resistencia a la corrosión. En este caso, en la versión Rolesor amarillo, el bisel, la corona y los elementos centrales del brazalete son de oro amarillo, mientras que la carrura, el fondo y los elementos laterales del brazalete son de acero Oystersteel. Oystersteel es un acero desarrollado por Rolex que pertenece a la familia del acero 904L. Es un acero que tiene grandes cantidades de níquel (un 25%) y de cromo (un 20%), además de una concentración moderada de molibdeno y cobre. Esta combinación proporciona una gran resistencia y ofrece un acabado pulido excepcional, a la vez que le permite conservar su belleza en las condiciones más extremas.

El bisel, con su estriado característico, incorpora un anillo de Cerachrom de cerámica gris y negra. Cada “clic” en el giro del bisel corresponde exactamente a una hora.

La caja tiene una construcción clásica de bisel, carrura y fondo, con un diámetro de 40 milímetros, un grosor de 11,9 y una hermeticidad de 100 metros. El bisel Cerachrom, de cerámica gris y negra, equipa los dos modelos. Rolex incorporó los biseles Cerachrom en 2005. Estos biseles están fabricados íntegramente por Rolex a partir de una cerámica –con base de polvo de óxido de zirconio– particularmente dura, prácticamente imposible de rayar, resistente a la corrosión y cuyos colores no se ven alterados por los efectos de la exposición al sol o con el paso del tiempo. Además, las buenas cualidades del material para el pulido le confieren un brillo excepcional y duradero. Las graduaciones y los números, moldeados en hueco, se colorean depositando oro amarillo mediante la técnica PVD (“Physical Vapour Deposition”, depósito físico de vapor). Gracias a las muescas del contorno, que ofrecen un buen agarre, y al sistema de rotación, que incorpora un fleje –cada clic de giro corresponde exactamente a una hora–, el bisel puede manipularse con facilidad.

La carrura está construida a partir de un bloque macizo –bien de acero bien de oro amarillo, según la versión–, con un acabado satinado –salvo los flancos, que presentan un acabado pulido–. Las líneas de la carrura son clásicas, con asas cortas, redondeadas y con una leve curvatura en su extremo.

El fondo es ciego y de tipo roscado. Presenta en su borde un fino acanalado, habitual de las cajas Oyster. Esta geometría requiere de una herramienta especialmente diseñada para ajustarse a todas las ranuras; de esta forma se garantiza que la caja no sufra desperfecto alguno en su manipulación, a la vez que garantiza un perfecto apriete en todo el perímetro.

La corona, de tipo roscado, está dotada del cierre Triplock, como indican los tres círculos situados debajo del logo de Rolex en su frontal. Este sistema ofrece un triple sello para garantizar una perfecta estanqueidad en el interior del reloj. Cada sello corresponde a una junta de goma: dos están alojadas en el eje de la corona, mientras que la tercera actúa de tapón entre la parte interior de la corona y el orificio de la carrura.

Tanto la versión de caja de oro de 18 quilates (ref. 126718 GRNR) como la de Roselor (ref. 126713 GRNR) estan dotadas de un brazalete Jubilee.

Estas nuevas versiones se presentan con el brazalete Jubilee, que se caracteriza por sus cinco eslabones macizos. Los elementos centrales están pulidos y los laterales, satinados, con los cantos pulidos. El brazalete incorpora el cierre de seguridad desplegable Oysterlock y el cómodo sistema de extensión, de hasta 5 milímetros, Easylink.

Esfera negra lacada

La esfera, con su tonalidad negra lacada, forma parte de la iconografía de la marca ginebrina. Las indicaciones horarias aplicadas son de oro amarillo de 18 quilates y están recubiertas de Chromalight, un material luminiscente de alta legibilidad y larga duración de Rolex, con un color de emisión azul. El indicador de las doce horas responde al habitual triángulo isósceles apuntando hacia el centro de la esfera. Las indicaciones de las tres y seis horas son un rectángulo de generosas dimensiones, y el resto de indicaciones horarias son de tipo botón. 

Las agujas centrales de horas, minutos y segundos horarios son de oro amarillo de 18 quilates, con la forma habitual de Rolex. En su zona interior, también están recubiertas de material luminiscente Chromalight. La aguja de las horas incorpora la habitual estrella “Mercedes”, y el segundero, el botón de contrapeso –macizo– y otro botón, hacia su extremo, con material luminiscente. La aguja GMT mantiene el diseño habitual, con su gran triángulo relleno de material luminiscente en el extremo. 

A las doce horas, debajo de la corona y del nombre de la marca, puede leerse la leyenda “Oyster Perpetual Date”, en alusión a la construcción de la caja, al sistema de carga automática y a la indicación de fecha que ofrece el modelo. A las seis horas, la grafía impresa en la esfera se completa con el nombre del modelo, “GMT-Master II”, y las referencias a sus prestaciones cronométricas: “Superlative Cronometer” y “Officially Certified”.

El brazalete incorpora el cierre de seguridad desplegable Oysterlock y el cómodo sistema de extensión, de hasta 5 milímetros, Easylink.

La esfera está rematada por una sencilla minutería impresa en blanco y el clásico bisel interior con el nombre de la marca grabado de forma repetitiva que desde 2007 llevan los GMT-Master II.

Un cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos cubre la esfera. En él destaca la típica lente Cyclops –con un aumento de 2,5X–, situada a las tres horas, justo encima de la ventana de la fecha.  

Calibre perpetual 3285 

Los nuevos modelos Oyster Perpetual GMT-Master II están equipados con el calibre 3285 de Rolex. Se trata de un movimiento de cuerda automática mediante rotor central bidireccional Perpetual. El calibre 3285 cuenta con el escape Chroenergy, que combina un alto rendimiento energético con excelentes prestaciones cronométricas. Tanto el áncora como la rueda de escape están fabricadas en una aleación de níquel-fósforo y son insensibles a los campos magnéticos. El escape cuenta, también, con una versión optimizada de la espiral Parachrom azul, fabricada en una aleación exclusiva patentada por Rolex. Esta aleación está compuesta por niobio y circonio con una cantidad adicional de oxígeno. Como resultado, ofrece prestaciones ideales para una espiral de relojería: no se altera frente a los cambios de temperatura ni frente a los campos magnéticos y, gracias a su elasticidad, puede mantener una precisión hasta diez veces mayor que la de una espiral tradicional en caso de golpes. Adicionalmente, la espiral Parachrom azul está provista de una curva final Rolex que garantiza la regularidad de marcha en todas las posiciones. El conjunto volante/espiral está montado sobre amortiguadores de golpes Paraflex, desarrollados por Rolex, que ofrecen una mayor resistencia a los golpes que los tradicionales. La frecuencia de oscilación del órgano regulador es de 4 Hz, es decir, 28.800 alternancias por hora. Gracias a la singular arquitectura del barrilete, el calibre 3285 posee una reserva de marcha de aproximadamente 70 horas. 

Ambos modelos están equipados con el calibre 3285, un movimiento automático completamente desarrollado y manufacturado por Rolex, presentado en 2018.

Desde 2015 Rolex no se conforma con que los movimientos dispongan de la certificación de cronometría expedida por el COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros) y, una vez encajado el movimiento, los somete a una serie de pruebas en sus laboratorios con arreglo a sus propios criterios. Es importante resaltar que estas pruebas se efectúan al conjunto del reloj, a diferencia de las realizadas por el COSC, que se circunscriben al movimiento. Este doble tipo de pruebas es lo que define Rolex como Cronómetro Superlativo, y garantiza una precisión de +/– 2 segundos al día de variación de marcha; un estándar más exigente que el del COSC, que es de –4/+6 segundos de variación de marcha diaria. El estatus de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde que se incluye con el reloj y que va acompañado de una garantía internacional de cinco años. 

Ideal compañero para saltar de huso horario 

Una de las características del calibre, en cuanto a la funcionalidad GMT, es la manera de ajustar la hora local. La aguja central de 24 horas es la que indica la hora de origen, mientras que las agujas centrales de horas y minutos nos indican la hora local. Debido a que, salvo en contadas excepciones, la variación entre husos horarios consecutivos es de una hora, el GMT-Master II cuenta con un sistema que permite mover la aguja de la hora local a saltos de una hora sin modificar ni los minutos ni los segundos. Con ello se mantiene la cronometría horaria del reloj, al tiempo que el ajuste se realiza de forma sencilla y precisa. La fecha está sincronizada con la visualización de la hora local. 

Es evidente por qué el GMT-Master II es el instrumento inseparable de los pilotos de aviones comerciales, al mismo tiempo que es el complemento ideal para los viajeros inquietos que precisan mantenerse informados de su hora de referencia. Si a ello añadimos robustez, fiabilidad y una estética elegante y deportiva, encontrarán en él un digno compañero de viaje para saltar cuantos husos horarios deseen.

Más información en: rolex.com

Recent Posts