NOVEDAD BASILEA 2017

TUDOR HERITAGE BLACK BAY CHRONO

Tudor sigue sorprendiendo y creando su propia identidad. Se está reinventando fusionando lo mejor de su pasado, pero desafiando los límites de la innovación. Desde 2015, la hermana pequeña de Rolex escribe su propia historia en la relojería mecánica con el desarrollo y fabricación de sus propios calibres, aunque desde 2005 camina sin el manto protector de Rolex. Este año Tudor presenta en la Feria de Basilea el reloj Heritage Black Bay Chrono equipado con el calibre MT5813, su primer mecanismo de cronógrafo desarrollado y fabricado in house.

La familia Heritage Black Bay fue lanzada en 2012 para conmemorar el 60 aniversario de sus relojes de submarinismo, pero este año con el primer cronógrafo de manufactura mezcla la tradición subacuática con la que nació esta línea con las particularidades de los cronógrafos y su pasión por los circuitos y el asfalto. Este híbrido mezcla lo mejor de los dos mundos, y tiene sus raíces también en la propia historia de Tudor, pues desde 1970 incorpora en su catálogo relojes vinculados con el mundo del motor, descendientes directos del que fue su primer cronógrafo, el Prince Oysterdate Chronograph.

Tudor ha retocado un poco el diseño de la línea Heritage Black Bay en su nuevo crono. Conserva su ADN, como las agujas snowflake que llevan marcando el compás del tiempo desde 1969, pero ha introducido mejoras para optimizar la legibilidad. La esfera es abombada de color negro con los contadores cronográficos en un segundo nivel que destacan mucho más, y la ventana de fecha a las 6 h resalta con su fondo blanco. El cristal con el que se protege es de zafiro ligeramente combado.

La caja del nuevo Heritage Black Bay Chrono mide 41 mm y toma forma en acero con acabado pulido y satinado. Como todo cronógrafo con vocación automovilística es capaz de medir la velocidad con el taquímetro grabado en el bisel. Sus pulsadores se inspiran en los primeros cronógrafos de la casa y su corona luce la rosa de Tudor.

El alma de este cronógrafo es su potente motor, el calibre automático MT5813 con rotor bidireccional, rueda de pilares y embrague vertical. Fabricado con el máximo respeto a las normas de la relojería tradicional, el mecanismo avala su robustez y fiabilidad con el certificado del  COSC (Control Oficial Suizo de Cronómetros). Es un movimiento de alto rendimiento con espiral de silicio y una reserva de marcha de 70 horas.

El Heritage Black Bay Chrono está disponible con brazalete de acero con eslabones de estructura escalonada y los remaches visibles en el lateral, como los que tenían las pulseras metálicas que utilizaba Tudor en los años 50 y 60.  El brazalete es mucho más sólido que los de antaño porque se fabrica con métodos más modernos. Tudor también ha creado para este cronógrafo deportivo una correa marrón oscuro y una pulsera de tela vaquera en azul oscuro, que no podía faltar, como es habitual, en los relojes de la línea Heritage y que se entrega como regalo.

Tudor fue una de las primeras marcas en diseñarlas para sus relojes. Sus pulseras de tela son fabricadas por una empresa familiar de la región francesa de Saint-Étienne con la técnica Jacquard que se utilizaba en el siglo XIX. Los más de 150 años de experiencia de esta empresa hacen que las correas sean únicas por su calidad y comodidad.

El nuevo cronógrafo de Tudor con movimiento manufactura tiene un precio a partir de 4.480 euros.

Por Purificación Álamo

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