Vacheron Constantin
Traditionnelle Tourbillon

A tener en cuenta
La colección Traditionnelle, de Vacheron Constantin, es la máxima expresión de la secular tradición relojera ginebrina. Desde el más simple al más complicado, sus guardatiempos combinan una estética atemporal, una mecánica heredera del saber relojero recogido a través de los siglos y unos acabados realizados a mano por los artesanos de la casa. Con este nuevo Traditionnelle Tourbillon con esfera verde, la manufactura ginebrina ha querido dotar uno de sus modelos más representativos de una imagen más contemporánea.
Esfera
El Traditionelle Tourbillon debe su nueva imagen a una elegante esfera verde –un original color, obtenido por tratamiento galvánico– con un acabado satinado que le confiere un vistoso efecto de rayos de sol. Más allá de su color, el dial presenta el mismo diseño que en las versiones anteriores del reloj: marcadores horarios en aplique –doble, el relativo a las doce–, que en esta ocasión se han elaborado en platino, una minutería tipo ferrocarril y unas agujas tipo “dauphine”. A las seis, una gran abertura deja a la vista el tourbillon, con su jaula con forma de cruz de Malta, emblema de la casa ginebrina.
Funciones
El reloj ofrece unas sencillas indicaciones de horas y minutos, aunque el tourbillon puede utilizarse de segundero, al realizar un giro completo cada minuto. Para facilitar la lectura, uno de los tornillos que fijan la cruz de Malta del tourbillon está ennegrecido, y también se ha ubicado una escala de segundos tipo “chemin de fer” alrededor de la abertura del tourbillon.

Correa
El reloj se ofrece con una elegante correa verde oscuro de piel de Alligator Mississippiensis, con una capa interna del mismo material, cosida a mano. Se ciñe a la muñeca mediante un cierre desplegable de platino 950 con forma de media cruz de Malta pulida.
Caja
La caja propia de la colección, con su bisel plano y sus estilizadas asas, se presenta para la ocasión elaborada en platino 950 y con unas medidas de 41 mm de diámetro por 10,4 de grosor. Ofrece una resistencia al agua de 30 metros –que a la práctica permite lavarse las manos con el reloj puesto– y está dotada de una gran ventana de cristal de zafiro en la trasera que permite admirar las evoluciones del calibre 2160/1.
Movimiento
El reloj está equipado con el calibre de manufactura 2160/1, un movimiento automático ultraplano –tiene un grosor de apenas 5,65 mm– dotado de un rotor periférico que apenas añade algun milímetro de grosor al conjunto. Late con una tranquila frecuencia de 18.000 alternancias por hora, lo que permite contemplar con mayor detenimiento las evoluciones del volante en el interior del tourbillon, y garantiza una reserva de marcha de 80 horas. Visible a través del cristal de zafiro que protege el fondo, el movimiento presenta los acabados propios de la alta relojería ginebrina, como el perlado de la platina o las clásicas Côtes de Genève que decoran los puentes.