El nuevo Vulcain Grand Prix 39 mm, en su versión con esfera plateada.

Desde 2022, y bajo la batuta de Guillaume Laudet –que ostenta nada menos que el título de Chief Revival Officer de la marca–, Vulcain ha ido recuperando algunos de los modelos más significativos de sus 165 años de historia, una forma muy gráfica de reivindicar el sitio que merece dentro de la alta relojería suiza.

Tras el relanzamiento de auténticas joyas como el Cricket, el Skindiver, el Chronograph 1970, el Nautical y el Monopusher, este año le ha llegado el turno al legendario Grand Prix, que vuelve con un diámetro de 39 mm que hará las delicias de los amantes de la relojería más tradicional y clásica.

Creado en 1960 para conmemorar la victoria de Vulcain a la competición de relojería de la Feria Internacional de Barcelona de 1929, el Grand Prix es un homenaje a la elegancia atemporal. Elaborada en acero 316L, la caja del reloj presenta unas líneas sencillas y unas proporciones armónicas. El bisel es convexo y ligeramente curvo, de modo que se funde suavemente con la carrura. Las asas son largas y estilizadas, y también convergen con el lateral plano de la carrura sin solución de continuidad. A las 3 horas, encontramos una corona plana y discreta, con un ranurado en el lateral que facilita su manipulación. Todas las superficies de la caja se presentan pulidas, un acabado que favorece los juegos de luces y sombras. Igual que en el modelo de referencia, el cristal presenta un doble domo, aunque en esta ocasión está elaborado en un resistente zafiro y se ha dotado de un tratamiento antirreflejos. La caja del Vulcain Grand Prix 39 mm tiene un espesor de solo 12,70 mm y es resistente al agua hasta 50 metros.

A la izquierda, la versión del reloj con la esfera en color dorado. A la derecha, la versión en gris antracita

Diáfana y funcional, la esfera está ligeramente abombada y presenta un satinado radial que le confiere un elegante efecto de rayos de sol. Los marcadores horarios son de tipo bastón, cuentan con un acabado pulido y están aplicados sobre la superficie de la esfera. Los relativos a las horas cardinales son dobles. La minutería está formada por unos sencillos índices negros en calco. De nuevo diseño, las tres agujas centrales son largas y estilizadas. Las relativas a las horas y minutos tienen la base –el segmento más próximo al eje de giro– significativamente más estrecha que el resto del cuerpo, mientras que la trotadora de segundos, más fina, se ensancha progresivamente hasta formar un discreto contrapeso.

Vulcain ha creado, para el nuevo Grand Prix, tres versiones de esfera: en color dorado, plateado y gris antracita; todas ellos, con un toque ligeramente brillante. En todos los casos, están rematadas por el nombre de la marca y del modelo –a las 12 horas–, y la leyenda “Automatique” –a las 6–, en elegantes caracteres.

La esfera esconde un calibre de fabricación suiza. Concretamente, se trata del Landeron L24, un movimiento automático por rotor central que late con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora y ofrece una reserva de marcha de aproximadamente 40 horas.

El Vulcain Grand Prix 39 mm se comercializa con una correa de piel negra –para las versiones con esfera plateada y gris– o marrón, equipada con un cierre de hebijón en acero inoxidable.

Más información en: vulcain.ch