ZENITH REINVENTA EL ÓRGANO REGULADOR DEL RELOJ

Zenith revoluciona los principios mecánicos de la relojería y presenta el reloj mecánico más preciso del mundo. Ante más de 200 periodistas, coleccionistas y clientes procedentes de diferentes países del mundo, la marca Zenith presentó en su manufactura de Le Locle “el futuro de la relojería suiza”, tal como definió este lanzamiento Jean-Claude Biver, presidente de la División de Relojería del Grupo LVMH. Se refería al nuevo oscilador Zenith creado con las sinergias de todo el grupo y bajo la supervisión de Guy Sémon, CEO del Instituto R&D del LVMH Watch Division. El oscilador Zenith cuestiona los principios de la relojería que estableció hace más de 340 años Christiaan Huygens.

La División Relojera del Grupo LVMH ha tardado tres años en fabricar el revolucionario oscilador Zenith formado por una única pieza, frente a la treintena de componentes que conforman el órgano regulador al que sustituye.

Este oscilador monolítico está fabricado en silicio monocristalino y mide solo 0,5 mm de altura, mucho menos que los 5 mm que suele tener de grosor el volante-espiral convencional.

Nuevo oscilador Zenith, la revolución órgano regulador reloj

Además de su arquitectura inédita, el oscilador Zenith bate a una frecuencia de 15 Hz, nada menos que 108.000 alternancias/hora con una amplitud de +/-6 grados, por lo que multiplica la frecuencia del mecanismo El Primero, el orgullo de Zenith desde 1969, cuya una oscilación es de 36.000 alternancias/hora.

Además de que la frecuencia se ha multiplicado por tres, la reserva de marcha es también superior pues es de 60 horas, pero esta energía mantiene la precisión del reloj durante el 95 % del tiempo. Es decir, han conseguido una mayor precisión consumiendo menos energía.

Al ser de una sola pieza, el oscilador Zenith no entra en contacto con otras piezas por lo que no hay rozamiento ni se desgasta y, por supuesto, consigue una de las máximas de la relojería y es que no necesita lubricación. Es flexible y fuerte y no precisa ningún tipo de mantenimiento.

Otros factores que contribuyen a que el oscilador Zenith alcance su gran precisión es que es insensible a las temperaturas, la gravedad y campos magnéticos. No hay dilatación ni deformación, los dos puntos más débiles del órgano regulador del reloj.

Nuevo oscilador Zenith en el reloj Defy Lab

Estas son las prestaciones técnicas de este nuevo oscilador catalogado por Zenith como la innovación técnica relojera más revolucionaria desde la invención del principio de volante-espiral en 1675 por el científico Christiaan Huygens. De hecho, Jean-Claude Biver dijo que no había visto en su vida “una innovación tan importante” porque no tiene fricción, el magnetismo es nulo y se alcanza la mayor precisión de la historia de la relojería consumiendo menos energía.

El nuevo oscilador no ha sido desarrollado por Zenith sino por la División Relojera del Grupo LVMH. Pero, ¿por qué se ha implementado en un reloj de Zenith?  Según Jean-Claude Biver porque “la cronometría está en el ADN de Zenith”. Es una decisión que han tomado todos los máximos responsable del Grupo LVMH, según explicó, y todos estuvieron presentes en este importante lanzamiento.

Este oscilador es el gran revulsivo que necesitaba Zenith pues Jean-Claude Biver ha reconocido en numerosas ocasiones las pérdidas acumuladas por la marca en los últimos años.

Otro aspecto muy revolucionario es que el nuevo oscilador Zenith se producirá industrialmente y estará disponible para la venta. Según Jean-Claude Biver, “los competidores no son los enemigos” y su intención es implantar en la relojería suiza la mentalidad de Silicon Valley.

La División Relojera de LVMH tiene previsto vender entre el 80 y el 90 de la producción del oscilador Zenith. Guy Sémon ha asegurado que tienen capacidad para hacerlo pues tienen las máquinas. En este momento pueden producir 300 osciladores en tres horas y confían en conseguir producirlo al mismo precio que el oscilador tradicional.

 

Nuevo reloj Defy Lab con el nuevo oscilador Zenith  

Reloj Defy Lab con nuevo oscilador Zenith

Jean-Claude Biver también subrayó que es la primera vez que se presenta un reloj y los clientes se lo llevan puesto. El nuevo Defy Lab ya había sido vendido a 10 coleccionistas privados para los que Zenith ha creado diez ejemplares únicos, todos diferentes, por los que cada uno ha pagado 29.900 CHF, unos 25.963 €.

diez primeros relojes Defy Lab con oscilador Zenith

Los relojes Defy Lab representan la nueva era de Zenith, la era de la revolución técnica y también estética. La caja de 44 mm ha sido fabricada en Aeronith, un material en proceso de registro de patente que ha desarrollado el equipo de I+D de Hublot. Compuesto por espuma de aluminio y un polímero especial, es un material híbrido –no una aleación-, que es 2,7 veces más ligero que el titanio, 1,7 veces más que el aluminio y un 10 % más que la fibra de carbono.

Caja reloj Defy Lab Zenith de Aeronith

Zenith ha equipado los nuevos relojes Defy Lab con un mecanismo automático totalmente renovado, el calibre ZO 342 de 32,8 mm de diámetro y 8,13 mm de altura.

 

Los primeros relojes Defy Lab son esqueletos para que se pueda ver el revolucionario oscilador Zenith que sustituye al regulador convencional. Es curioso verlo, pero su movimiento continuo resulta un poco estresante.

El reloj Defy Lab cuenta con una triple certificación. Tienen el certificado de cronometría con el sello tête de vipère del Observatorio de Besançon en nombre de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas. Es dos veces mejor que las recomendaciones de la norma ISO-3159 en materia térmica, con una diferencia garantizada de 0,3 segundos por día y grado Celsiuis de desviación. Por último, el reloj completo multiplica por 18 los criterios antimagnéticos recomendados por la norma ISO-76 con una resistencia a 88.000 amperios/metro o 1.100 gauss.

Julian Tornare, nuevo CEO de Zenith desde el pasado mes de mayo, destacó que lo importante “es conseguir un nuevo espíritu en la marca”. No cabe duda que los relojes Defy Lab llegan con un espíritu muy revolucionario, pero la duda que cabría plantearse es cómo encaja esa nueva estética en la filosofía de la marca y si el cliente final, especialmente el español, entiende el cambio de look que recuerda a otros relojes del grupo, especialmente a los Big Bang de Hublot.

Por Purificación Álamo

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