Omega
SPEEDMASTER MOONPHASE METEORITE
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SPEEDMASTER MOONPHASE METEORITE

Cuando, el 20 de julio de 1969, el astronauta norteamericano Buzz Aldrin descendió del módulo lunar para convertirse en el segundo ser humano en posar sus pies sobre nuestro satélite, el Speedmaster que lucía en su muñeca derecha entró por la puerta grande en la historia de la relojería. Desde entonces, este modelo de Omega ha mantenido una conexión única con el espacio y sus astros. La última novedad de la colección Speedmaster celebra ese vínculo con una esfera de meteorito de hierro y con un indicador de la fase lunar, complicación astronómica por excelencia.
El reloj presenta la clásica caja asimétrica Speedmaster, elaborada en acero inoxidable pulido y cepillado, y con un tamaño de 43 mm de diámetro por 13,6 mm de grosor. Estructurada a partir de tres cuerpos perfectamente diferenciados, mantiene todos los elementos que identifican la colección, desde el bisel cerámico –en este caso, de color azul– con una escala de taquímetro hasta las cuatro asas facetadas que se funden sin solución de continuidad con el lateral de la carrura.
El fondo, fijado a rosca, cuenta con una inmensa ventana circular de cristal de zafiro que permite admirar el calibre de manufactura que da vida al reloj. El cristal está asegurado por un delgado bisel de acero inoxidable con las hendiduras necesarias para abrir el fondo.
La esfera es, sin duda, el elemento más distintivo de este Moonphase Meteorite, ya que se ha elaborado con auténtico meteorito de hierro, recubierto con un revestimiento PVD de color gris galvánico. Sobre la característica superficie jaspeada del meteorito se han aplicado unos discretos índices horarios facetados, con recubrimiento luminiscente en la cara central, y se ha impreso una escala de minutos y segundos, en azul, con tres subdivisiones entre los índices, que reflejan la frecuencia de 28.800 alternancias por hora del calibre.
Más allá de su material constructivo, el gran protagonista de la esfera es el gran indicador de las fases lunares, situado a las 6 horas, que por primera vez ofrece la información desde ambos hemisferios terrestres. Para representar las Lunas, Omega ha utilizado dos cabujones hechos con fragmentos reales de metorito lunar, que, al girar, muestran los cambios de luminosidad que se observan en los hemisferios norte y sur. Por si fuera poco, la posición de las estrellas que decoran el disco es exactamente la que tenían la noche del histórico alunizaje del Apolo 11, tal y como se observaban desde la manufactura de Omega en Bienne.

Imagen del calibre de carga manual 9914, cuyo nivel de precisión está certificado por el (COSC).
A las 3 horas, se ha ubicado el único contador del cronógrafo, con totalización de 12 horas y 60 minutos, mientras que, a las 9, el pequeño segundero horario comparte eje de giro con el indicador de fecha. Para evitar confusiones, la aguja de segundos se ha coloreado de rojo. A las 12 horas, el emblema de la marca se acompaña del histórico logotipo Speedmaster en letras rojas.
Las agujas centrales de horas y minutos tienen forma de bastón, acabado en punta, y cuentan con recubrimiento de pintura luminiscente en la zona central, mientras que la trotadora central del cronógrafo es más estilizada y tiene una punta de lanza, también luminiscente, que se prolonga hacia el extremo con un segmento más fino de color rojo. Tanto los índices como las agujas son de oro blanco, con un revestimiento PVD del mismo color azul que las tres subesferas y la inserción cerámica del bisel.
Bajo la esfera se esconde el nuevo calibre de carga manual 9914, basado en el calibre 9900 de la casa de Bienne. Está equipado con el escape coaxial propio de la firma, y con un volante de silicio que oscila con una frecuencia de 4 Hz. La acción de dos barriletes le proporciona una reserva de marcha de 60 horas, mientras que una rueda de columnas organiza las funciones de accionamiento, parada y vuelta a cero del mecanismo del cronógrafo, que también cuenta con un embrague vertical para una activación más suave de la trotadora. La presencia de elementos de silicio, como el volante, le confiere, además, una resistencia a los campos magnéticos hasta 15.000 Gauss.
El nivel de precisión del calibre 9914 está certificado por el Contrôle Officiel Suisse des Chronomètres (COSC). Además, tanto el movimiento como el reloj han superado las exigentes pruebas del Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS), que le han valido la certificación Master Chronometer. En ellas se pone a prueba tanto la precisión del calibre como su rendimiento y su resistencia a los campos magnéticos.
Además de la versión que hemos reseñado en este artículo, Omega ha lanzado una segunda edición del Speedmaster Moonphase Meteorite con el bisel cerámico negro y la esfera de meteorito revestida con un PVD del mismo color. Ambas versiones están equipadas con un deportivo brazalete de acero inoxidable pulido y cepillado, dotado de un cierre desplegable con el sistema de ajuste “comfort release”, patentado por la marca.
Más información en: omegawatches.com