VISITA A LA MANUFACTURA DE ULYSSE NARDIN EN LA CHAUX-DE-FONDS Y LE LOCLE

No todos los relojes nacen de la misma forma, pues cada firma tiene su estilo especial, su forma particular de jugar con el tiempo. Y aunque Ulysse Nardin es una firma tradicional, en sus más de 170 años de historia no ha parado de innovar y lo pudimos comprobar en la visita que hemos realizado a sus manufacturas de La Chaux-de-Fonds y Le Locle, su museo y su fábrica de esferas.

Ulysse Nardin nunca pierde de vista la tradición. Le profesa un gran respecto. Es su religión. Pero la tradición nunca ha sido un lastre para avanzar. Nos los cuenta su historia y lo vemos en sus manufacturas.

Nuestro guía por el pasado, presente y futuro de Ulysse Nardin fue Massimo Bonfigli, Area Sales Manager de los mercados de Latinoamérica, España, África y parte de los Balcanes; acompañado por Layla Abujaber, responsable de Marketing y Comunicación de Diarsa, distribuidora de Ulysse Nardin en España.

Ulysse Nardin ha sido siempre una firma discreta. Hasta hace muy poco no había abierto las puertas de sus manufacturas para mostrar su dinamismo, su forma innovadora de trabajar y su gran potencial. Desde luego que sus relojes nos los llevan contando desde hace más de 170 años, pero no lo dicen absolutamente todo. Muchas veces los avances no se perciben porque la estética no es capaz de transmitir toda la vanguardia que encierra la mecánica, aunque sea exhibida tras un cristal de zafiro.

Nuestra primera aproximación a la manufactura de Ulysse Nardin se produjo en La Chaux-de-Fonds donde seguimos el proceso completo de producción de un reloj en una manufactura con la tecnología más puntera. Conocimos a Stephane Von Ganter, el director de Laboratory and Tecnology, un joven con mucho talento que dirige el equipo responsable de los avances vanguardistas de la manufactura suiza.

Manufactura de Ulysse Nardin de La Chaux-de-Fonds

Manufactura Ulysse Nardin Chaux-de-Fonds

Nuestra primera aproximación a Ulysse Nardin se produjo en La Chaux-de-Fonds donde seguimos el proceso completo de producción de un reloj en una manufactura con la tecnología más puntera. Conocimos a Stephane Von Ganter, el director del Laboratory and Tecnology Department, un joven con mucho talento que dirige el equipo responsable de los avances vanguardistas de la manufactura suiza.

Stephane Von Ganter, el director del Departamento Laboratory and Tecnology de la manufactura Ulysse Nardin

Stephane Von Ganter nos ofreció una clase magistral que comenzó explicando el funcionamiento básico de un reloj para después profundizar en algunos de los avances que ha protagonizado Ulysse Nardin como las patentes que ya presentó la marca en el reloj conceptual Innovision 1, del que este año hemos conocido una segunda versión mejorada en Innovision 2, o el Doble Escape de Fuerza Constante de la imagen.

Doble Escape Fuerza Constante de la manufactura de Ulysse Nardin

Ulysse Nardin fue pionera en introducir en 2001 en la relojería el silicio, un material muy liviano –tres veces más que el acero- por lo que es muy útil para los elementos móviles; es antimagnético, su coeficiente de fricción es muy bajo, por lo que consume menos energía; no necesita lubricación; es flexible y resiste las variaciones térmicas.

Otra de las bondades del silicio es que se pueden hacer formas impensables en la relojería, como la nueva arquitectura del volante del innovador escape de Ulysse Nardin con unas láminas flexibles de silicio, ocho veces más pequeñas que un cabello, que proporcionan siempre la misma energía para impulsar el volante. Al haber eliminado el eje, no hay nada de fricción, por lo que se aumenta la durabilidad y el rendimiento. Ulysse Nardin protege su invento que mejora el isocronismo con tres patentes, una de ellas todavía pendiente.

El grinder es el nuevo sistema de carga automática que han inventado Stephane Von Ganter y su equipo y con él no es necesario que el rotor gire por completo. El nuevo sistema de conversión de energía optimiza la transmisión porque aprovecha la flexibilidad del material y el potencial cinético del sistema para liberar la energía y dar cuerda al reloj con el movimiento de la muñeca.

Éstas son solo algunas de las invenciones de Ulysse Nardin, pero Stephane Von Ganter y su equipo están trabajando en nuevos proyectos de futuro que guardan con celo.

En el Departamento de Diseño se hacen miles de dibujos antes de comenzar a fabricar un reloj y después se organiza la producción pues se preparan las herramientas, se calculan los tiempos y precios y se deciden qué máquinas y métodos se utilizarán. Una vez que se han fabricado todos los componentes, se ensamblan los mecanismos y se realizan todos las pruebas: resistencia, torsión, choques… Todos los datos se registran y después se homologan.

Algo curioso que nunca había visto nunca es que para cortar los ángulos de los componentes del mecanismo congelan la pieza para que la acción sea más precisa. No tengo la certeza si lo hacen o no otras manufacturas relojeras pero, si lo hacen, nunca nos lo han contado.

Ulysse Nardin utiliza todos los acabados de la Alta Relojería para embellecer sus relojes: Côtes de Genève, perlage, grabado, etc., un valor añadido nada desdeñable.

El Departamento de Ensamblaje está totalmente protegido para evitar el polvo. Hay una cinta por la que viajan los componentes perfectamente identificados con un número y cada trabajador se encarga de ensamblar una pieza. Se sigue la trazabilidad y se realiza un control de cada operación. En los relojes de producción más elevada, Ulysse Nardin utiliza este sistema de trabajo, pero en las ediciones limitadas es un relojero el encargado de ensamblar un reloj de principio a fin.

Les ofrecemos un recorrido por la manufactura de Ulysse Nardin de La Chaux-de-Fonds en imágenes, donde convive la artesanía con la última tecnología.

De La Chaux-de-Fonds nos dirigimos a Le Locle, donde se encuentra la sede histórica de Ulysse Nardin y el taller de esmaltes Donzé Cadrans, que fue nuestro primer destino en la localidad.

Taller de esmaltes Donzé Cadrans

Francis Donzé, artesano esmaltador que trabajaba para Zenith, decidió en 1972 crear su propio taller y lo hizo en su propia casa en Le Locle, aunque se trasladaría en dos ocasiones. En 2003 se instaló en el edificio que ocupa en la actualidad en el número 36 de Rue de l’Avenir de Le Locle.

En 2012, Ulysse Nardin compró el tradicional taller de esmaltes de Le Locle, Donze Cadrans. Aunque desde que es de su propiedad Ulysse Nardin ha invertido en la remodelación del edificio y en la compra de maquinaria, sigue siendo la única fábrica de esferas de esmalte que utiliza las mismas técnicas que hace 200 años. No utiliza ninguna técnica moderna para aumentar la producción. Crean menos de 2.000 esferas perfectas al año porque el 70 por ciento se tienen que rechazar por las imperfecciones.

Era imposible que Francis Donzé imaginara que se volvería mundialmente famoso por la calidad de sus esmaltes y que su trabajo sería muy valorado especialmente en la Alta Relojería.

Francis Donzé se jubiló en 1987 y, en esa época, su compañía comenzó a trabajar con Ulysse Nardin, ya en manos de Rolf Schnyder. Actualmente, Donzé Cadrans realiza todas las esferas de esmalte de Ulysse Nardin, pero también trabaja para otras firmas que no nos podríamos ni imaginar. Todas de altísimo nivel.

En Donzé Cadrans trabajan 7 personas que realizan esmaltes Grand Feu, cloissoné, champlevé y la mezcla de dos técnicas antiguas como son el esmalte y el guilloché.

Independientemente de la técnica utilizada para embellecer la esfera, el trabajo es complejo. Aunque hay un protocolo a seguir, sin embargo el tiempo que está la esfera en el horno a temperaturas de 850º es un poco arbitrario pues depende de la experiencia y el sexto sentido de la persona responsable pues tiene que conocer el arte de la transformación.

Los bocetos de los dibujos que decoran las esferas se realizan primero a mano sobre papel y después se van transformando para adaptarse a la curvatura de cada esfera. Cuando se tiene el dibujo definitivo se plasma en la esfera por estampación o a mano.

La plantilla está formada por auténticos artistas pues sus habilidades serían la envidia del más admirado de los pintores de cualquier época porque como ellos dominan la pintura y la mezcla de colores, con el hándicap añadido que deben conocer cómo cambiará al someterse a altas temperaturas. Pero lo más asombroso es que plasman todo su arte en una escala muy reducida. En este vídeo pueden ver cómo se trabaja.

Manufactura de Ulysse Nardin histórica en Le Locle

Manufactura de Ulysse Nardin en Le Locle

Ulysse Nardin ocupa el edificio histórico desde 1865. Tras ser remodelado y ampliado, en la actualidad acoge los departamentos de Administración, Servicio Técnico, los talleres de grandes complicaciones, restauración y pintura de esferas, además del pequeño museo que se encuentra en la última planta en el que encontramos un resumen de una prolífica historia en la que ha acumulado más 4.300 premios relojeros, 18 de ellos medallas de oro.

El museo Ulysse Nardin es un espacio presidido por el retrato de Ulysse Nardin en el que encontramos cronómetros de marina, el cronógrafo que medía 1/10 de segundo utilizado como cronómetro en los Juegos Olímpicos de Berlín, además de otras joyas relojeras antiguas. Hay un espacio dedicado a la nueva era, a partir de 1983 cuando tomó las riendas de la empresa Rolf W.Schnyder y comenzó a trabajar con el genial Dr Ludiwg Oechslin. Se pueden contemplar los tres relojes de la Trilogía del Tiempo: el Astrolabio Galileo Galilei de 1985, el Planetarium Copérnico de 1988 y el Tellurium Johannes Kepler de 1992.

Relojes Ulysse Nardin Trilogía del Tiempo

Por supuesto, el Freak, el laboratorio de innovación de Ulysse Nardin tiene también su propio espacio.

En los últimos 12 años, Ulysse Nardin ha invertido unos 100 millones de francos suizos en sus manufacturas. En Suiza trabajan 320 personas, el 40 por ciento mujeres, pero si se tienen en cuenta las filiales en el mundo, la plantilla de Ulysse Nardin es de 380 personas.

La manufactura suiza cuenta con 26 calibres propios y aunque no puede desvelar su producción anual de relojes, sí que sabemos que el 90 por ciento de sus relojes se equipan con mecanismos propios y que fabrican el 90 por ciento de los componentes, incluidos espiral, volante y escape.

Nuestra visita por el mundo de Ulysse Nardin concluyó con la presentación de las novedades de este año, una amplia colección de relojes masculinos y femeninos en los que culmina un trabajo cuidado hasta el último detalle.

Por Purificación Álamo

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