Frederique Constant

Highlife Tourbillon Perpetual Calendar Manufacture

Imagen de la esfera donde pueden observarse las agujas centrales en forma de bastón y la gran apertura Heart Beat

En 2023, Frederique Constant no solo celebró su 35º aniversario, sino también el 15º aniversario de la creación de su tourbillon de manufactura, un hito técnico que contribuyó a situar la joven firma relojera en la privilegiada posición que ocupa hoy en día. Así pues, esta complicación, tan simbólica en el mundo de la alta relojería, ha tenido un papel importante en las creaciones presentadas a lo largo del año. Buena muestra de ello es la edición limitada del Highlife Tourbillon Perpetual Calendar Manufacture, que se presenta para la ocasión con caja de oro rosa de 18 K y con una elegante esfera azul.

El Highlife Tourbillon Perpetual Calendar Manufacture es una edición limitada a 35 ejemplares.

La estética del reloj mantiene el carácter moderno y deportivo que caracteriza la colección Highlife, que la marca ginebrina introdujo en 1999 y recuperó en 2020. La caja, de 41 mm de diámetro, tiene una clásica forma “tonneau”, suavizada por la curvatura convexa de los lados inferior y superior.

El bisel es fino y redondeado, y cuenta con un acabado pulido, en contraste con la mayoría de elementos de la caja, que han recibido un acabado satinado de trazos verticales. La corona, también pulida, presenta unas grandes ranuras que facilitan su manipulación. El fondo, abierto, permite admirar las evoluciones del calibre de manufactura que late en el interior.

Detalle de la apertura Heart Beat, que deja a la vista el órgano regulador, en este caso, el tourbillon.

Para la esfera se ha elegido un elegante color azul oscuro, que ofrece un perfecto contraste con la calidez del oro rosa. Está decorada con el globo terráqueo característico de la colección, aunque en esta ocasión es poco visible por la presencia de las tres subesferas del calendario perpetuo y de la abertura del tourbillon. Cuenta con unos índices horarios en aplique –los propios de la colección, con la faceta central recubierta de material luminiscente–, que, en su extremo más exterior, se posan sobre la minutería, inscrita sobre un realce de color azul aún más oscuro. Las agujas centrales tienen forma de bastón, aunque son ligeramente más estrechas cerca de la base y tienen el extremo finalizado en punta. En la zona central, también cuentan con un recubrimiento de material luminiscente que facilita la lectura horaria en condiciones de poca iluminación ambiente. Las indicaciones del calendario perpetuo se distribuyen en tres contadores, ubicados las 3, 9 y 12 horas y decorados con un “guilloché” de finos círculos concéntricos. A las 3 se ha ubicado el indicador de fecha; a las 9, el día de la semana, y a las 12, el mes, y el año en el ciclo de cuatro que concluye en año bisiesto.

En esta ocasión, las indicaciones no están acompañadas de las clásicas fases de la luna, puesto que la zona donde se ubicaría está ocupada por la gran abertura Heart Beat, auténtica marca de fábrica de Frederique Constant, que deja a la vista el órgano regulador del reloj (en este caso, el tourbillon, al que se ha incorporado una aguja que permite la lectura de los segundos horarios). Dicha abertura tiene forma de escudo –fruto de jugar con el espacio disponible entre las dos subesferas laterales– y está enmarcada por un bisel dorado, en el que se integran los dos puentes paralelos que fijan la jaula del tourbillon.

Imagen del fondo del reloj, donde se puede observar el calibre FC-975, diseñado y manufacturado por Frederique Constant.

El movimiento que incorpora el tourbillon es el calibre FC-975, diseñado y manufacturado por Frederique Constant. Se trata de un mecanismo de carga automática, cuyo órgano regulador oscila con una frecuencia de 28.800 alternancias por hora. Cuenta con 33 rubíes y con un solitario barrilete que le proporciona 38 horas de reserva de marcha. A través del cristal de zafiro del fondo puede apreciarse el rotor central que genera la energía necesaria para su funcionamiento, calado y decorado con un fino satinado vertical, así como el delicado acabado del resto de componentes del movimiento, como el perlado de la platina base o las Côtes de Genève de los puentes.

Los 35 ejemplares que componen esta edición limitada están equipados con una elegante correa de color azul marino, elaborada en piel de caimán con acabado de nobuk, que se ciñe a la muñeca con un cierre de hebijón en oro rosa. Frederique Constant comercializa el reloj, sin embargo, con una segunda correa de corte más deportivo, fabricada en caucho negro y dotada, también, de un cierre de hebilla.

Más información en: frederiqueconstant.com

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