La filosofía del bushido

Daniel Nicols
www.nicols.es 

L

a filosofía del bushido, o el código de conducta de los samuráis, ha sido durante mucho tiempo una fuente de inspiración para muchas culturas y disciplinas. Uno de los campos que ha sido influenciado por los principios del bushido es la relojería japonesa, que ha logrado establecerse como una fuerza importante en la industria gracias a su enfoque en la precisión, la artesanía y la calidad. Sin embargo, especialmente desde la pandemia, la industria de la relojería japonesa está tomando un rumbo muy preocupante, absorbiendo los valores y prácticas de la industria de la relojería suiza.

Los principios del bushido incluyen la honestidad, la lealtad, la benevolencia, la justicia y el honor. Estos valores se reflejan en la manera en que los samuráis trataban a los demás, en su compromiso con la excelencia y en su determinación por hacer lo correcto en cualquier situación. Estos mismos valores también han sido esenciales para la relojería japonesa, ya que la industria se ha centrado en la precisión, la atención al detalle y la artesanía. Las marcas japonesas de relojería, como Grand Seiko, Credor, Seiko, Citizen u Orient, han sido conocidas por su dedicación a la calidad y la fiabilidad, con una gran honestidad, respeto y lealtad. 

Sin embargo, en los últimos tiempos la industria de la relojería japonesa está comenzado a perder algunos de estos valores fundamentales, copiando las estrategias de las marcas suizas, cerrando puntos de venta en joyeros multimarca y abriendo boutiques propias en su lugar, lo que significa que está desplazando al cliente y al producto a un segundo lugar, priorizando el ego y la imagen de marca al más puro estilo suizo.

En lugar de enfocarse en los principios de los samuráis y el amor que los puntos de venta tienen por la marca, marcas como Grand Seiko están dando más importancia a estar junto a Rolex, Omega o Patek que, a su propia historia e identidad, importándoles más lo que vean y digan los demás que sus propios principios, lo que en mi opinión es un síntoma claro de debilidad, de falta de honestidad con uno mismo, de falta de equilibrio y armonía, de querer ser quien no eres. La reputación es lo que los demás saben de ti. El honor es lo que sabes de ti mismo. 

La relojería suiza tiene una larga historia y es conocida por su precisión y artesanía. Pero también es una industria altamente competitiva y de alta presión, donde la imagen y la marca son idolatradas, mientras se comenten muchos de los siete pecados capitales. Sus valores y prácticas no están en línea con los del bushido, ni la cultura japonesa. 

Este cambio o pérdida de valores puede tener terribles consecuencias a largo plazo para la industria japonesa, ya que se convertirá en uno más mientras se olvida de aquello que la hace única. 

Además, como consecuencia de esta suización o afrancesación de la industria japonesa, veremos un fuerte incremento de precios –que, en algunas marcas, como es el caso de Grand Seiko, ya ha comenzado, como por ejemplo con el icónico Copito de Nieve–. Estas estrategias podrían tener sentido a corto plazo, ya que la industria japonesa podría estar intentando aumentar su exclusividad mientras se posiciona a la altura de la suiza, pero a largo plazo podría tener consecuencias nefastas.

Si los relojes nacidos en Japón se alejan de su camino para convertirse en una marca suiza más, perderán parte de su esencia y personalidad. Además, si siguen aumentando sus precios de forma agresiva, corren el riesgo de perder su base de clientes más fieles y leales, quienes podrían considerar que se han vuelto inaccesibles y elitistas, mientras ponen sus ojos en la industria relojera china.

Es cierto que la industria de la relojería suiza es una de las más importantes y prestigiosas del mundo, y que las marcas suizas han establecido un estándar muy alto en términos de calidad y precisión. Sin embargo, eso no significa que todas las marcas deban seguir el mismo camino y adoptar los mismos valores y principios. Cada marca debe tener su propia identidad y mantener su propia esencia, independientemente de dónde provenga.

En mi opinión, un corazón puro es el verdadero “dojo”, el verdadero camino para la industria de la relojería japonesa; volver a la senda del bushido, camino militar caballero, el camino del sirviente, del samurái.

Comentarios y sugerencias: club@maquinasdeltiempo.com

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