Rolex

OYSTER PERPETUAL ROLEX DEEPSEA

El oro se sumerge en las profundidades

Por Ernest Valls

Rolex ha elevado nuevamente los estándares de la relojería de lujo con la presentación de un nuevo modelo de la colección Deepsea. Esta reciente versión no solo conserva la legendaria resistencia que define la línea Deepsea, sino que introduce la elegancia del oro, creando una obra maestra que redefine los límites tradicionales de los relojes de buceo.

Durante la pasada edición del salón Watches & Wonders Genève, Rolex introdujo por primera vez el oro como material principal en la construcción de un Deepsea. Una decisión audaz que responde tanto a la demanda de los coleccionistas como a la voluntad de la firma ginebrina de rebasar los límites establecidos de la relojería de alta gama. Además de la caja de oro amarillo de 18 quilates, el nuevo Oyster Perpetual Rolex Deepsea se presenta con un bisel Cerachrom de cerámica azul, así como una esfera lacada también en azul.

A nivel técnico, el Deepsea de oro mantiene el sistema Ringlock, una estructura interna que soporta la presión extrema de las profundidades. El corazón del reloj sigue siendo el movimiento automático Rolex Calibre 3235, un motor de precisión con espiral Parachrom que ofrece una reserva de marcha de 70 horas y certificación de Cronómetro Superlativo, que garantiza la máxima precisión y fiabilidad.

El fondo es de oro amarillo de 18 quilates (su parte exterior) y de titanio RLX (su parte central). Es ciego y está roscado a la carrura. En el contorno dispone del habitual sistema de acanalado fino de las cajas Oyster que obliga al uso de la herramienta específica de Rolex para su apertura y cierre.

Los orígenes del Deepsea

Desde su lanzamiento inicial en 2008, el Rolex Deepsea ha sido sinónimo de robustez y capacidad técnica, diseñado para soportar las condiciones más extremas bajo el agua. Esta colección es una evolución de la ya legendaria serie Sea-Dweller, introducida en 1967 como respuesta a la creciente demanda de relojes que pudieran soportar las profundidades a las que se aventuraban los buceadores profesionales. Equipado con una válvula de helio, el Sea-Dweller podía resistir mayores profundidades que el Rolex Submariner: hasta 610 metros inicialmente y, posteriormente, hasta 1.200 metros en versiones sucesivas.

El Sea-Dweller se convirtió rápidamente en un éxito entre los buceadores de saturación, es decir, aquellos que están sometidos a una presión ambiental equivalente a la profundidad a la que van a trabajar y respiran una mezcla de gases adecuada para esa presión, en la que el helio tiene un papel esencial. A presiones elevadas, el oxígeno puede volverse tóxico y el nitrógeno tiene un efecto narcótico. Por ello, en el buceo de saturación se utilizan mezclas que incorporan helio. El helio es un gas ligero con una molécula más pequeña que la del oxígeno y la del nitrógeno y se infiltra con facilidad en el interior de los relojes, a pesar de los sellos y juntas que puedan tener. Con ello, el interior del reloj pasa a tener la misma presión que la profundidad a la que está trabajando el buceador. Cuando el buceador comienza la descompresión para volver a la presión normal, la presión exterior disminuye más rápidamente que la presión interna del reloj, donde el helio se ha acumulado. Si este gas no puede escapar del interior del reloj a la misma velocidad que la presión exterior, el diferencial de presión puede dañar el cristal del reloj, haciéndolo estallar o causando daños internos. La válvula de helio está diseñada para permitir la liberación controlada del helio que se ha acumulado dentro del reloj, y evita, de esta manera, una acumulación de presión interna peligrosa.

Además de la caja de oro amarillo de 18 quilates, el nuevo Oyster Perpetual Rolex Deepsea se presenta con un bisel Cerachrom de cerámica azul, así como una esfera lacada también en azul.

La colección Deepsea

En 2008, la firma ginebrina presentó el primer modelo del Oyster Perpetual Rolex Deepsea, diseñado para romper récords de resistencia bajo el agua. Este reloj fue una revolución en el diseño de relojes de buceo profesionales y marcó un nuevo estándar con su capacidad para soportar profundidades de hasta 3.900 metros, superando significativamente los límites de modelos anteriores. Para lograr esta hermeticidad, el Rolex Deepsea está dotado del innovador sistema Ringlock. Se trata de una arquitectura de caja que se basa en la superposición de un grueso cristal de zafiro ligeramente abombado con tratamiento antirreflejos, una anilla de compresión de alta resistencia –que soporta por sí sola la presión ejercida por el agua– y un fondo de titanio RLX. Tanto el cristal como el fondo se fijan contra la anilla mediante un aro enroscado. Además de este sistema, el Rolex Deepsea dispone de una válvula de helio mejorada.

Tres hitos han marcado la historia reciente del Rolex Deepsea. El primero fue el lanzamiento, en 2014, del Deepsea D-Blue, una edición especial para conmemorar la expedición en solitario de James Cameron a la Fosa de las Marinas, el punto más profundo de los océanos. Este modelo se caracteriza por un dial degradado que va de un azul intenso a un negro profundo, simbolizando el descenso a las profundidades del océano. Esta edición especial mantuvo las características técnicas del modelo original, pero se destacó por sus tonalidades únicas y su conexión con la exploración submarina.

En la carrura, a la altura de las nueve horas, se ubica la válvula de helio en titanio RLX (exclusivo de Rolex).

Diez años después de su debut, en 2018, Rolex actualizó el Deepsea con mejoras en su movimiento y en el diseño del brazalete. Este modelo introdujo el calibre 3235 (anteriormente calzaba un 3135), un movimiento más eficiente con una reserva de marcha aumentada a 70 horas. También se realizaron ajustes en el brazalete Oyster, con un cierre más robusto y una extensión Glidelock mejorada, que permitía ajustes más precisos.

La última incorporación a la línea es la que les presentamos en este número: una versión innovadora que utiliza oro amarillo de 18 quilates, lo que introduce un nivel de lujo sin precedentes en un reloj diseñado para las profundidades. Manteniendo todas las capacidades técnicas del Deepsea original, esta edición combina el lujo del oro con la funcionalidad extrema, redefiniendo lo que se espera de un reloj de buceo.

Caja de oro amarillo de 18 quilates

La referencia de caja de este nuevo modelo es 136668 LB y la del brazalete, 97KA08 Oyster. Como toda caja Oyster, es de tipo monobloque, es decir, está tallada de una sola pieza, por lo que tanto las asas como los protectores de corona están tallados en la carrura. Tiene un generoso diámetro de 44 milímetros, un grosor de 17,7, un espacio entre asas de 22 milímetros y una hermeticidad de 3.900 metros, que equivalen a 390 atmósferas de presión. El acabado de la carrura es satinado con los flancos pulidos.

El bisel es de oro amarillo de 18 quilates y gira de manera unidireccional. Sobre el frontal del bisel se encuentra el disco Cerachrom monobloque graduado en 60 minutos, en cerámica azul. Las graduaciones y los números están moldeados en hueco con depósito de oro amarillo mediante técnica PVD. Donde iría el numeral de los 00/60 minutos del dial, encontramos un chatón, también en oro amarillo de 18 quilates, con Chromalight, luminiscencia de larga duración con un color de emisión azul. El cristal de zafiro, de tipo abombado, tiene un grosor de 5,5 milímetros, es resistente a las rayaduras e incorpora un tratamiento antirreflejos.

La corona, a rosca, incorpora el sistema de triple hermeticidad Triplock, reconocible por los tres puntos debajo de la clásica corona de cinco puntas de Rolex.

La corona, a rosca, incorpora el sistema de triple hermeticidad Triplock, reconocible por los tres puntos debajo de la clásica corona de cinco puntas de Rolex. En la carrura, a la altura de las nueve horas, se ubica la válvula de helio en titanio RLX (exclusivo de Rolex).

El brazalete Oyster, de tres elementos, del Rolex Deepsea está equipado con un cierre desplegable Oysterlock, que previene cualquier apertura involuntaria, y dispone del sistema de extensión Rolex Glidelock, que cuenta con diez muescas de dos milímetros cada una, lo que permite un fácil ajuste de la longitud del brazalete de hasta 2 centímetros. El brazalete también incorpora, en el interior de sus eslabones, inserciones de cerámica para aumentar su fluidez de uso y su longevidad.

El fondo es de oro amarillo de 18 quilates (su parte exterior) y de titanio RLX (su parte central). Es ciego y está roscado a la carrura. En el contorno dispone del habitual fino sistema de acanalado de las cajas Oyster que obliga al uso de la herramienta específica de Rolex para su apertura y cierre.

Una esfera de singular azul

La esfera presenta un singular lacado azul que ofrece un elegante contraste con el oro amarillo de la caja. Todos los índices horarios, ya sea el triángulo de las doce horas, los rectangulares de las seis y las nueve, o el de tipo botón para el resto de las horas, son aplicados y de oro amarillo de 18 quilates con recubrimiento Chromalight, material luminiscente de larga duración y alta legibilidad, con emisión de color azul.

Las agujas, de oro amarillo de 18 quilates, presentan el diseño habitual en los modelos de buceo de Rolex: la de los minutos es alargada, sin contrapeso, de líneas rectas y está acabada en una afilada punta; la de las horas cuenta con el característico círculo “tipo Mercedes”, y la de los segundos presenta un contrapeso tipo botón y un círculo llegando al extremo. En todas ellas se ha depositado el mismo material luminiscente Chromalight con color de emisión azul.

El brazalete Oyster de tres elementos del Rolex Deepsea está equipado con un cierre desplegable Oysterlock, que previene cualquier apertura involuntaria, y dispone del sistema de extensión Rolex Glidelock, que cuenta con diez muescas de dos milímetros cada una, que permiten un fácil ajuste un fácil ajuste de la longitud del brazalete de hasta 2 cm.

En el exterior de la esfera se puede observar la anilla de compresión de alta resistencia, que en este modelo está fabricada en cerámica azul de alta tecnología (una primicia en la colección, ya que en los anteriores modelos estaba realizada con una aleación de nitrógeno). Las inscripciones en la anilla están moldeadas en hueco y se colorean depositando oro amarillo mediante una técnica PVD.

Entre los índices horarios y la anilla de compresión se sitúa la habitual minutería impresa, con índices tipo bastón de Rolex.

El innovador calibre 3235

Desde 2015, Rolex ha ido sustituyendo el calibre 3135 (presentado en 1988) por el 3225 en sus modelos más emblemáticos. Con el calibre 3235, Rolex ha introducido tecnologías avanzadas como el escape Chronergy, que aumenta la eficiencia energética del movimiento, y una reserva de marcha extendida a 70 horas, en comparación con las 48 horas del 3135. Además, el 3235 está construido con materiales y tecnologías mejoradas, como la espiral Parachrom azul y el oscilador más eficiente, lo que refuerza la resistencia al magnetismo y a los golpes.

El calibre 3235, manufactura Rolex, es un movimiento mecánico de cuerda automática bidireccional por rotor central Perpetual e incorpora 31 rubíes. El conjunto volante/espiral late a una frecuencia de 4 Hz, es decir, 28.800 alternancias por hora. El volante, de gran tamaño, presenta una inercia variable que se ajusta mediante las cuatro tuercas Microestella en oro situadas en su llanta. El puente del volante es transversal, lo que proporciona un mayor apoyo y estabilidad a las oscilaciones del conjunto volante/espiral. El sistema de amortiguación de los golpes para el eje del volante es de tipo Paraflex. La espiral Parachrom azul paramagnética incorpora una curva terminal Rolex que proporciona un mejor isocronismo y un centro de gravedad estable, minimiza las variaciones de marcha en los cambios de posición y contribuye a la estabilidad del movimiento frente a perturbaciones externas.

Con el calibre 3235, Rolex ha introducido tecnologías avanzadas como el escape Chronergy, que aumenta la eficiencia energética del movimiento, y una reserva de marcha extendida a 70 horas.

Como todos los relojes Rolex, el Oyster Perpetual Rolex Deepsea cuenta con la certificación de Cronómetro Superlativo redefinida por Rolex en 2015. Esta denominación atestigua que cada reloj que sale de los talleres de la marca ha superado con éxito una serie de pruebas llevadas a cabo en sus laboratorios internos y con arreglo a sus propios criterios, que siguen a la certificación oficial del movimiento por parte del Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC). Las pruebas de certificación internas se efectúan al conjunto del reloj, una vez encajado el movimiento, con el fin de garantizar su rendimiento superlativo en la muñeca en materia de precisión, hermeticidad, cuerda automática y autonomía. La precisión de un Cronómetro Superlativo Rolex es del orden de –2 /+2 segundos al día (la desviación de marcha tolerada por la marca para un reloj terminado es mucho menor que la admitida por el COSC para la certificación oficial del movimiento por sí solo, que es de –4 /+6 segundos). El estatus de Cronómetro Superlativo se simboliza mediante el sello verde que incluyen todos los relojes Rolex y que va acompañado de una garantía internacional de cinco años.

Oyster Perpetual Rolex Deepsea

El nuevo Oyster Perpetual Rolex Deepsea en oro amarillo de 18 quilates no solo reafirma la posición de Rolex en la relojería de buceo, sino que también marca un hito al combinar una robustez técnica sin igual con un lujo refinado. Este modelo no solo mantiene las capacidades técnicas que han hecho legendaria la colección Deepsea, sino que también introduce un nivel de sofisticación estética que eleva aún más su atractivo. Es una pieza que, sin duda, cautivará tanto a los coleccionistas más exigentes como a los amantes de la aventura, estableciendo un nuevo estándar en la intersección del lujo y la funcionalidad extrema.

Más información en: rolex.com

Recent Posts