En 2021, la prestigiosa firma del sector del lujo Bulgari y la joven manufactura relojera MB&F forjaron una improbable alianza que dio como fruto el espectacular Bulgari LM FlyingT Allegra, un modelo que combinaba el carácter futurista de las piezas de MB&F –no en vano una de sus creaciones sirvió de base para este proyecto– con la opulencia de la joyería de Bulgari. Cuatro años más tarde, el director de Creaciones Relojeras de Bulgari, Fabrizio Buonamassa Stigliani, y el fundador y director creativo de MB&F, Maximilian Büsser, han presentado su segunda colaboración, que se adentra en el universo y la historia de la firma italiana reinterpretando una de sus creaciones más famosas: el reloj Serpenti.

Creado en 1948 como reloj-joya, el Serpenti se caracterizaba por su largo brazalete que permitía llevarlo enroscado en el brazo. A lo largo de los años ‘50, fue ganando progresivamente realismo, en una evolución que culminó, en la década siguiente, con la introducción de todo tipo de técnicas decorativas –desde el esmalte hasta el engaste de joyas– que recreaban la piel escamada del réptil. De la mano de Maximilian Büsser, el modelo ha dado el salto a la dimensión mecánica a través de un replanteamiento completo de la configuración del movimiento y del diseño y el mecanizado de la caja.

Como es habitual en las creaciones de MB&F, la caja de este nuevo Serpenti se caracteriza por un diseño orgánico, marcado por la proliferación de complejas líneas curvas que a menudo exceden las superficies metálicas y encuentran continuidad en sus cinco cristales de zafiro.

En este caso, su forma imita visiblemente la cabeza de una serpiente, con unos grandes ojos de cristal de zafiro que permiten la lectura horaria, puesto que dejan a la vista las dos grandes cúpulas giratorias encargadas de ofrecer la información de horas y minutos. Se trata de unas finísimas cúpulas de aluminio macizo con una aplicación manual de Super-LumiNova que permite ver los numerales en la oscuridad. En cada ojo, un elemento fijo –en este caso, un puntero metálico que se asemeja a la pupila vertical de un réptil– señala el numeral relativo a la hora y al minuto en curso, respectivamente.

Más allá de la figura de una serpiente, los seguidores de MB&F sabrán encontrar en la caja reminiscencias de los vehículos retrofuturistas que han inspirado otras creaciones de la firma, y es que tanto Büsser como Buonamassa comparten su pasión por el automovilismo.

La zona central de la caja también está cubierta por dos grandes cristales de zafiro –uno de ellos, escalonado– que permiten admirar el movimiento de cuerda manual que da vida al guardatiempo. El fondo está cubierto por una gran ventana, también de zafiro, que ofrece una visión integral del reverso del movimiento, donde se puede leer la indicación de la reserva de marcha. El diseño de las asas contribuye fuertemente al aspecto orgánico del conjunto. Las inferiores –o delanteras– tienen forma de lágrima y están unidas por una pieza atornillada a la carrura, mientras que las superiores –o traseras– incorporan dos grandes coronas estriadas que permiten dar cuerda y ajustar la hora, respectivamente.

El movimiento que da vida al reloj es el calibre de cuerda manual HM10, creado y manufacturado por MB&F, aunque han sido necesarias múltiples modificaciones para adaptarlo a la caja del Serpenti. Formado por 210 componentes (32 rubíes), destaca por su volante de 14 mm de diámetro, que oscila suspendido encima de las cúpulas a unas tranquilas 18.000 alternancias por hora. Está sujeto por un gran puente tridimensional, decorado con el nombre de las dos marcas que han participado en la creación de este Serpenti, y cuenta con cuatro tornillos para la regulación de su marcha. Igual que con el resto de los calibres de la manufactura, todos los componentes del HM10 son acabados de forma manual por los artesanos de la marca.

Este Serpenti creado por las firmas Bulgari y MB&F se comercializará en tres ediciones limitadas, de 33 ejemplares cada una. La primera tiene la caja elaborada en titanio de grado 5, y las cúpulas de las horas y los minutos en color azul; la segunda, cuenta con una caja de oro rosa de 18 k, y con unos contadores de color verde profundo, y la tercera es de acero inoxidable con recubrimiento PVD negro, y tiene los discos tridimensionales de color rojo.

Todos los ejemplares se entregan con una correa de caucho cosida con velcro –de color azul, verde o negro, según la versión–, que se ciñe a la muñeca con un cierre de hebijón del mismo material que la caja.