El excéntrico rally de supercoches de lujo Gumball 3000 cumplía este año su 25º aniversario, y la firma relojera Ulysse Nardin quiso apuntarse a la celebración con el lanzamiento de una edición especial de 150 ejemplares de su icónico Freak, destinados preferentemente a los participantes de esta última edición de la carrera, que podían incluso personalizarlos con el número de su equipo.

El carácter rompedor y vanguardista del Freak –fue el primer reloj en el que el movimiento giraba para dar la hora, y también el pionero en la utilización del silicio– lo convertían en la elección óptima para rendir homenaje a una carrera que siempre ha hecho gala de romper las reglas, allá por donde ha ido. Su estética tecnológica y el uso de materiales de última generación, además, lo hermanan con los superdeportivos que participan cada año en el rally.

Así pues, solo han sido necesarios unos retoques estéticos para que el Freak X se convierta en el reloj perfecto para celebrar el 25º aniversario del Gumball 3000. La caja, de 43 mm de diámetro, combina dos materiales caracterizados por su ligereza y resistencia: el cuerpo central se ha elaborado en titanio, con un recubrimiento DLC, mientras que las dos piezas laterales de la carrura son de Carbonium de origen aeronáutico. En uno de los laterales encontramos una discreta corona que permite ajustar la indicación horaria –una de las diferencias del Freak X respecto a las versiones anteriores del modelo–, con el lateral estriado y la cara superior grabada con el logotipo de la casa suiza. En el lado opuesto, una placa personalizada aloja el número del vehículo elegido en color naranja. El fondo, atornillado a la carrura, incorpora un gran cristal de zafiro transparente, personalizado con el logotipo del Gumball 3000 en un llamativo color naranja, distintivo de la carrera.

Como es preceptivo en un Freak, el reloj no cuenta con una esfera propiamente dicha, sino con una superficie negra sobre la cual se ha montado una gran estructura circular dentada, donde engrana el imponente carrusel volador que ofrece la información horaria, principal seña de identidad del reloj. Encontramos, sin embargo, elementos reminiscentes de una esfera clásica, como los índices de bastón recubiertos de material luminiscente –el relativo a las 12 horas, sustituido por el logotipo de Ulysse Nardin–, y un realce exterior que aloja una sencilla escala de minutos.

Una vez más, la indicación de los minutos recae sobre el espectacular carrusel, que completa un giro cada hora. Su privilegiada posición permite contemplar en primer plano las evoluciones del órgano regulador, que destaca por su volante sobredimensionado de silicio. Desde el eje del oscilador parte un doble puente en esqueleto, que deriva en un mayúsculo indicador de minutos formado por dos brazos –también calados– que se unen en su extremo. La indicación horaria, por su parte, se ofrece mediante un disco central giratorio, sobre el cual se ha montado un marcador cuya estética imita la de la aguja de minutos. Ambos marcadores tienen la punta recubierta de Super-LumiNova de color naranja para facilitar la lectura horaria.

El movimiento que monta este carrusel no es otro que el calibre automático de manufactura UN-230, compuesto por 206 componentes y 21 rubíes. Late con una frecuencia de 21.600 alternancias por hora, equivalentes a 3 Hz, y cuenta con una reserva de marcha de 72 horas.

Completa la imagen deportiva y vanguardista del reloj una correa de goma color naranja, realizada por la casa Delugs especialmente para Ulysse Nardin. Cuenta con cierre desplegable de titanio con un revestimiento DLC que le confiere un color negro mate.